12 Mitos sobre la Alimentación de Gallinas
¡Hola a todos los amantes de las gallinas y los huevos frescos! Si tienes gallinas en casa o estás pensando en tenerlas, seguro que te has topado con un montón de consejos, recomendaciones y, por supuesto, mitos sobre cómo alimentarlas. La verdad es que hay tanta información dando vueltas que a veces es difícil saber qué es cierto y qué no. Así que, hoy vamos a desmontar 12 mitos comunes sobre la alimentación de las gallinas. ¡Vamos allá!
Mito Número 1: Las Gallinas Pueden Comer Cualquier Cosa.
Este es el más extendido y el más peligroso. Es verdad que las gallinas son como aspiradoras con plumas. Se picotean todo lo que encuentran, desde bichitos hasta hojas caídas, y parecen tener una capacidad asombrosa para digerir casi cualquier cosa. Pero, ojo, ¡no todo lo que brilla es oro! Y, en este caso, no todo lo que pican es nutritivo, ni mucho menos seguro.
Piensa en ellas como si fueran niños pequeños. Les encanta probarlo todo, pero no saben lo que es bueno o malo para ellos. Depende de nosotros, los «padres» de estas aves, asegurarnos de que tengan acceso a una dieta equilibrada y, sobre todo, evitar darles cosas que les puedan hacer daño.
¿Qué cosas son esas? Pues, para empezar, evita darles comida en mal estado o alimentos que puedan estar contaminados con pesticidas. También, cuidado con los alimentos salados, el chocolate (sí, aunque suene raro, el chocolate es tóxico para las aves), el aguacate (otra sorpresa, ¿verdad?), las pieles de patatas verdes y el ruibarbo. En general, si tienes dudas sobre un alimento en particular, mejor búscalo en internet antes de ofrecérselo a tus gallinas. Un simple «es tóxico para gallinas» en Google te puede ahorrar un disgusto.
La realidad es que una dieta equilibrada para una gallina debe incluir proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales. Si les das cualquier cosa, les estás privando de los nutrientes esenciales que necesitan para estar sanas, felices y poner huevos de calidad. Imagínate comer solo patatas fritas todos los días. ¿Te sentirías bien? Pues a tus gallinas les pasa lo mismo.
Mito Número 2: Solo Necesitan Maíz.
Este mito es un derivado del anterior, pero merece su propia sección porque es especialmente común. El maíz es barato, fácil de conseguir y a las gallinas les encanta. Pero, ¡ojo al piojo! El maíz es principalmente una fuente de carbohidratos. Es como darles solo pasta. Sí, les da energía, pero no les proporciona las proteínas y otros nutrientes esenciales que necesitan.
Una dieta basada únicamente en maíz puede llevar a problemas de salud como la obesidad, la falta de vitaminas y minerales, y una disminución en la producción de huevos. Además, los huevos puestos por gallinas alimentadas solo con maíz suelen tener una cáscara más débil y una yema menos nutritiva.
Piensa en el maíz como un complemento, un extra para los días fríos, o un premio de vez en cuando. Pero nunca como la base de su alimentación. La base de su alimentación debe ser un pienso comercial específico para gallinas ponedoras, que está formulado para cubrir todas sus necesidades nutricionales.
Mito Número 3: Necesitan Calcio Solo Cuando Están Poniendo Huevos.
Vale, aquí hay un poquito de verdad mezclada con mucha confusión. Es cierto que las gallinas ponedoras necesitan calcio extra para formar las cáscaras de los huevos. Cada huevo requiere una cantidad considerable de calcio, y si no obtienen suficiente en su dieta, lo tomarán de sus propios huesos, debilitándolos a largo plazo.
Sin embargo, el calcio no es solo para la producción de huevos. ¡Es esencial para TODAS las gallinas, en TODAS las etapas de su vida! El calcio es crucial para la salud ósea, la función muscular y la transmisión nerviosa. Las gallinas jóvenes en crecimiento necesitan calcio para desarrollar huesos fuertes. Las gallinas que no están poniendo huevos también necesitan calcio para mantener su salud ósea general.
La clave está en la cantidad. Las gallinas ponedoras necesitan más calcio que las gallinas jóvenes o las que no están poniendo. Pero todas las gallinas deben tener acceso a una fuente de calcio adecuada.
¿Cómo les damos calcio? La manera más común es ofrecerles conchas de ostras trituradas en un comedero separado. Las gallinas saben instintivamente cuándo necesitan calcio y consumirán las conchas a su propio ritmo. También hay piensos comerciales para gallinas ponedoras que ya contienen calcio añadido. Lo importante es asegurarse de que tengan acceso constante a una fuente de calcio, independientemente de si están poniendo huevos o no.
Mito Número 4: «Todas las gallinas necesitan el mismo pienso».
Este es un error común, pero comprensible. Pensamos que todas las gallinas son iguales y, por lo tanto, necesitan la misma alimentación. Pero la realidad es mucho más compleja. Las necesidades nutricionales de una gallina dependen de varios factores: la raza, la edad, el estado de salud, la época del año y, sobre todo, si está poniendo huevos o no.
Por ejemplo, las gallinas ponedoras necesitan un pienso rico en proteínas y calcio para poder producir huevos de calidad. Las gallinas de carne, en cambio, necesitan un pienso que les ayude a ganar peso rápidamente. Los pollitos necesitan un pienso específico para su edad, que les proporcione todos los nutrientes necesarios para crecer fuertes y sanos. Y las gallinas en época de muda necesitan un pienso que les ayude a regenerar sus plumas.
Además, algunas razas son más propensas a ciertas deficiencias nutricionales que otras. Por ejemplo, las razas grandes suelen necesitar más calcio para evitar problemas de huesos. Y las razas que viven en climas fríos necesitan más energía para mantener el calor corporal.
Así que, antes de elegir el pienso para tus gallinas, investiga un poco sobre sus necesidades específicas. Consulta con un veterinario o un criador experimentado para que te aconseje sobre el pienso más adecuado para tu tipo de gallinas. ¡Y no te olvides de adaptar la alimentación a medida que cambian sus necesidades!
Mito Número 5: «Las gallinas solo necesitan comer una vez al día»
Esta afirmación es un poco simplista y no tiene en cuenta el comportamiento natural de las gallinas. Imagina tener que esperar 24 horas entre cada comida. ¡Sería una tortura!
Las gallinas son animales que pasan gran parte del día picoteando y buscando comida. Su sistema digestivo está diseñado para procesar pequeñas cantidades de alimento de forma continua. Si solo les damos de comer una vez al día, es probable que se sientan hambrientas durante la mayor parte del día, lo que puede llevar a comportamientos no deseados, como picoteo de plumas (canibalismo) o estrés.
Lo ideal es ofrecerles comida a primera hora de la mañana y otra vez por la tarde. Esto les permite tener acceso al alimento durante todo el día y picotear según sus necesidades. También es importante asegurarse de que siempre tengan acceso a agua fresca y limpia.
Además, si las dejamos libres para buscar comida en el jardín o el campo, estarán picoteando insectos, gusanos y hierbas durante todo el día, lo que complementa su dieta y les ayuda a mantenerse activas y entretenidas.
Mito Número 6: Los Restos de la Cocina son Suficientes para Alimentar a las Gallinas.
¡Error! A ver, no me malinterpretes, darles restos de comida a las gallinas puede ser una buena forma de reducir el desperdicio de alimentos y darles un extra de variedad a su dieta. Pero de ahí a pensar que los restos de la cocina son suficientes para alimentarlas, hay un trecho muy largo.
Los restos de comida suelen ser desequilibrados nutricionalmente. Pueden ser ricos en grasas, sal, azúcar o especias, cosas que no son nada buenas para las gallinas. Imagínate que te alimentaras solo de sobras de pizza y patatas fritas, ¿estarías sano y fuerte? Pues a las gallinas les pasa lo mismo.
Además, algunos alimentos son directamente tóxicos para las gallinas. El aguacate (la piel y el hueso), el chocolate, las patatas verdes y las hojas de tomate son solo algunos ejemplos. Así que, ¡ojo con lo que les das!
Para que las gallinas estén sanas y pongan huevos de buena calidad, necesitan una dieta equilibrada, rica en proteínas, calcio y otros nutrientes esenciales. El pienso para gallinas ponedoras está formulado específicamente para cubrir todas sus necesidades nutricionales. Los restos de comida pueden ser un complemento, pero nunca un sustituto.
Si quieres darles restos de comida, asegúrate de que sean frescos, limpios y variados. Evita los alimentos procesados, los que contengan mucha sal o azúcar, y los que puedan ser tóxicos. Y, sobre todo, dales con moderación, como un capricho ocasional, no como la base de su alimentación.
Mito Número 7: No Necesitan Agua Fresca si Tienen Acceso a Alimentos Húmedos.
¡Por supuesto que necesitan agua fresca! Este mito es un disparate. Imagínate que solo pudieras beber sopa… ¿estarías hidratado?
Las gallinas necesitan agua limpia y fresca todos los días, haga frío o calor. El agua es esencial para su salud y para la producción de huevos. Las gallinas utilizan el agua para regular su temperatura corporal, para digerir los alimentos y para producir los huevos. ¡Un huevo está compuesto en gran parte por agua!
Si solo tienen acceso a alimentos húmedos, como frutas o verduras, no estarán recibiendo la cantidad suficiente de agua que necesitan. La deshidratación puede provocar problemas de salud, como disminución de la producción de huevos, debilidad, letargo e incluso la muerte.
Así que, asegúrate de que tus gallinas siempre tengan acceso a un bebedero con agua limpia y fresca. Cambia el agua con frecuencia, especialmente en verano, para evitar que se caliente o se contamine. Y, en invierno, asegúrate de que el agua no se congele. Existen bebederos calefactados para evitar este problema.
Mito Número 8: Las Gallinas Criadas en Libertad no Necesitan Suplementos.
Otro mito que suena bonito, pero no es del todo cierto. Es verdad que las gallinas criadas en libertad tienen acceso a una mayor variedad de alimentos que las gallinas criadas en jaulas. Pueden picotear insectos, gusanos, hierba y semillas, lo que les proporciona una buena cantidad de nutrientes.
Pero, incluso las gallinas criadas en libertad necesitan suplementos, especialmente si quieres que pongan huevos de buena calidad y se mantengan sanas. El suelo donde pastan puede no contener todos los minerales que necesitan, o la cantidad de insectos y gusanos puede variar según la época del año.
El calcio es especialmente importante para las gallinas ponedoras. El calcio es esencial para la formación de la cáscara del huevo. Si las gallinas no reciben suficiente calcio en su dieta, los huevos tendrán cáscaras débiles o, incluso, pueden dejar de poner huevos.
Puedes suplementar la dieta de tus gallinas con conchas de ostras trituradas, que son una excelente fuente de calcio. También puedes darles un pienso para gallinas ponedoras de buena calidad, que ya contiene todos los nutrientes que necesitan.
Además, si vives en una zona donde el suelo es pobre en selenio, es importante suplementar la dieta de tus gallinas con este mineral. El selenio es esencial para la salud del sistema inmunológico y para la producción de huevos.
Mito Número 9: Darles Antibióticos Regularmente Previene Enfermedades.
¡Este es un mito peligroso! Darles antibióticos a las gallinas de forma preventiva es una práctica totalmente desaconsejable. El uso indiscriminado de antibióticos puede provocar resistencia a los antibióticos, tanto en las gallinas como en las personas.
Cuando se usan antibióticos en exceso, las bacterias se adaptan y se vuelven resistentes a los efectos del antibiótico. Esto significa que, cuando realmente necesites usar un antibiótico para tratar una enfermedad, puede que no funcione.
Además, el uso de antibióticos puede alterar la flora intestinal de las gallinas, lo que puede debilitar su sistema inmunológico y hacerlas más propensas a enfermar.
La mejor forma de prevenir enfermedades en las gallinas es mantenerlas en un ambiente limpio y saludable, proporcionarles una dieta equilibrada y rica en nutrientes, y vacunarlas contra las enfermedades más comunes. Si una gallina enferma, lo mejor es consultar a un veterinario para que te recomiende el tratamiento adecuado.
Mito Número 10: «Si las gallinas comen sus propios huevos, es porque les falta calcio».
Este es un mito parcialmente cierto, pero que necesita una explicación más profunda. Si bien la falta de calcio puede ser una causa del consumo de huevos por parte de las gallinas, no es la única.
Las gallinas necesitan calcio para producir cáscaras de huevo fuertes y saludables. Si su dieta es deficiente en calcio, pueden recurrir a comer sus propios huevos para obtener el calcio que necesitan. Sin embargo, el consumo de huevos también puede ser causado por otros factores, como el aburrimiento, el hacinamiento, la falta de espacio para anidar, la presencia de huevos rotos o simplemente el desarrollo de un hábito.
Entonces, ¿cómo saber si la falta de calcio es el problema? Lo primero que debes hacer es asegurarte de que tus gallinas estén recibiendo suficiente calcio en su dieta. Puedes ofrecerles conchas de ostras trituradas como suplemento de calcio o elegir un pienso comercial que esté formulado para gallinas ponedoras y que contenga la cantidad adecuada de calcio.
Si, a pesar de ofrecerles suficiente calcio, tus gallinas siguen comiendo sus huevos, es hora de investigar otras posibles causas. Asegúrate de que tengan suficiente espacio para anidar, de que los nidos estén limpios y cómodos, y de que recojas los huevos con regularidad. También puedes intentar proporcionarles más entretenimiento, como juguetes para picotear o áreas para rascar y escarbar.
En definitiva, la falta de calcio puede ser una causa del consumo de huevos, pero no la única. ¡Investiga todas las posibles causas y toma medidas para corregir el problema!
Mito Número 11: Las gallinas pueden comer cualquier tipo de hierba».
Este es un mito peligroso que puede poner en riesgo la salud de tus gallinas. Si bien las gallinas disfrutan picoteando hierbas y pastos, no todas las hierbas son seguras para ellas.
Algunas hierbas y plantas contienen toxinas que pueden ser perjudiciales para las gallinas, causando problemas digestivos, irritación e incluso la muerte. Algunas de las plantas tóxicas más comunes para las gallinas incluyen el laurel de flor, la adelfa, el tejo, el rododendro y algunas variedades de helechos.
Antes de permitir que tus gallinas pasten libremente, es importante identificar las plantas que hay en tu jardín o área de pastoreo y asegurarte de que no haya ninguna planta tóxica. Si no estás seguro de si una planta es segura para las gallinas, lo mejor es erradicarla o restringir el acceso de las gallinas a esa área.
Además, incluso las hierbas seguras pueden ser problemáticas si se consumen en grandes cantidades. Algunas hierbas son ricas en fibra y pueden causar problemas digestivos si las gallinas no están acostumbradas a consumirlas. Es importante introducir gradualmente las hierbas en su dieta y observar su comportamiento para detectar cualquier signo de malestar.
Mito número 12: Las gallinas no necesitan gravilla (grit).
¡Este mito es un clásico! La idea de que las gallinas no necesitan gravilla porque solo comen alimento balanceado es completamente falsa. La gravilla, también conocida como grit, es esencial para la digestión de las gallinas, especialmente si tienen acceso a pasto y otros alimentos no procesados.
Las gallinas no tienen dientes. En cambio, utilizan la molleja, un órgano muscular en su sistema digestivo, para triturar los alimentos. La gravilla, que son pequeñas piedras o arena, ayuda a la molleja a realizar esta función de manera eficiente.
Imagina que intentas moler granos de café sin un molinillo. ¡Sería una tarea muy difícil! La gravilla actúa como el molinillo de café para las gallinas, ayudándoles a descomponer los alimentos en partículas más pequeñas para facilitar la digestión y la absorción de nutrientes.
Sin gravilla, las gallinas pueden tener dificultades para digerir los alimentos, lo que puede llevar a problemas de digestión, deficiencias nutricionales y una disminución en la producción de huevos.
Puedes encontrar gravilla específica para gallinas en tiendas de mascotas o suministros agrícolas. Asegúrate de ofrecerles una cantidad adecuada de gravilla en un comedero separado para que puedan acceder a ella cuando la necesiten.
Y ahí lo tienen, 12 mitos sobre la alimentación de las gallinas que ahora pueden desterrar de su mente. Criar gallinas puede ser una experiencia gratificante, pero es importante informarse y tomar decisiones basadas en hechos y no en creencias populares. Con una dieta equilibrada, un ambiente seguro y mucho amor, sus gallinas estarán felices, saludables y les recompensarán con deliciosos huevos frescos. ¡Feliz crianza de gallinas!