|

12 Formas de reducir el desperdicio de alimentos de tus gallinas

Si tienes gallinas en tu patio o granja, seguramente sabes lo gratificante que puede ser cuidarlas. Esas aves no solo te regalan huevos frescos, sino que también tienen unas personalidades divertidas que pueden hacerte reír más de una vez. Sin embargo, mantener a tus gallinas bien alimentadas sin desperdiciar comida puede convertirse en todo un desafío. Tal vez has notado que terminan tirando más alimento del que realmente consumen, y al final eso no solo es un gasto innecesario, sino que también contribuye al desperdicio de recursos.

Por suerte, existen varias soluciones simples y efectivas para reducir el desperdicio de alimentos y hacer que tus gallinas aprovechen hasta el último grano. Sin más que decir. Aquí te comparto 14 formas de lograrlo.

1. Usa comederos diseñados para reducir el desperdicio

Primero lo primero: no todos los comederos son iguales. Es muy común empezar con un comedero básico, pero muchas veces este no está diseñado para evitar que las gallinas derramen o arrastren la comida fuera del recipiente. Si observas a tus gallinas por un rato, te darás cuenta de que tienen la costumbre de picotear y escarbar, moviendo el alimento a todos lados como si estuvieran en un buffet. ¡Y ahí es donde empieza el desperdicio!

La solución es optar por comederos específicamente diseñados para minimizar ese problema. Algunos modelos tienen bordes más altos o protectores que impiden que el alimento caiga al suelo cuando las gallinas comen. Otros incluyen un tipo de sistema en el que solo sacan la comida que realmente pueden consumir. Si decides invertir en un comedero de este tipo, pronto notarás una reducción significativa en la cantidad de alimento desperdiciado. Además, será menos trabajo para ti, ya que no tendrás que barrer el patio cada día.

2. Menos es más: Sirve raciones pequeñas y frecuentes

A veces, buscando «ahorrarnos el trabajo» o por falta de tiempo, tendemos a poner grandes cantidades de alimento de una sola vez. El problema con esto es que, al tener mucha comida disponible, tus gallinas no sienten la necesidad de terminar lo que ya tienen en el plato, y rápidamente comienzan a desperdiciar. Piensan: «Bah, no importa si dejo caer un poco, hay comida de sobra». Y, al final, gran parte del alimento que serviste termina en el suelo, donde puede atraer plagas, volverse un desastre, o simplemente perderse.

La clave está en servir raciones pequeñas y más frecuentes durante el día. Esto no solo reduce el desperdicio, sino que también asegura que la comida esté más fresca y sea más atractiva para las gallinas. Al darles la cantidad justa que necesitan, incentivamos un mejor comportamiento alimenticio por parte de ellas. Además, es una oportunidad para observarlas y asegurarte de que todas están comiendo lo suficiente, en especial las gallinas más tímidas o jóvenes, que a veces se quedan rezagadas frente a las más dominantes.

3. La altura correcta: ¡ni muy alto, ni muy bajo!

¿Alguna vez has visto a tus gallinas inclinándose como si estuvieran tratando de alcanzar su comedero con dificultad? O, al contrario, ¿has notado que se dedican a escarbar con sus patas porque el comedero está a ras del suelo? Bueno, la altura a la que colocas los comederos puede marcar una gran diferencia cuando se trata de evitar el desperdicio de alimento.

La regla general es que los comederos deben estar a la altura del pecho de las gallinas. Si está muy bajo, ellas tienden a meter las patas y escarbar, lo que inevitablemente hace que tiren el alimento al suelo. Por otro lado, si el comedero está demasiado alto, puede resultar incómodo para ellas y dificultarles el acceso al alimento. Ajustar la altura del comedero no solo facilita que tus gallinas coman de manera más eficiente, sino que también reduce la cantidad de comida que termina en el piso.

Un consejo profesional: si tienes distintas razas o tamaños de gallinas, asegúrate de que el comedero sea accesible para todas. Puedes usar modelos regulables en altura para adaptarte a las necesidades de tu rebaño.

4. ¡No te pases con las golosinas!

Todos queremos mimar a nuestras gallinas, ¿no? Es difícil resistirse a darles restos de la cocina, frutas frescas o esas golosinas especiales que venden en las tiendas para aves. Ellas se emocionan tanto que resulta gratificante consentirlas. Pero cuidado, porque darles demasiadas golosinas puede convertirse en un problema, tanto para su salud como para su alimentación regular.

Las golosinas deben ser justamente eso: un pequeño gusto ocasional, y no la base de su dieta. Si les ofreces golosinas en exceso, es posible que terminen ignorando su alimento principal y picoteando solo lo que más les gusta. Esto no solo genera desperdicio de la comida que realmente necesitan, sino que también puede desequilibrar su dieta. Además, muchas veces las golosinas que tiran al suelo atraen roedores o insectos, algo que claramente no quieres en tu gallinero.

Un buen consejo es limitar las golosinas al 5-10% de su dieta diaria. Si decides consentirlas, hazlo en horarios específicos y en cantidades controladas. Por ejemplo, podrías ofrecerles un puñado de frutas frescas por la tarde, después de que hayan comido su alimento regular. De esta manera, aseguras que obtengan los nutrientes esenciales antes de disfrutar su «premio».

5. Mantén el suelo limpio

A veces, el desperdicio de alimento no se debe a que las gallinas sean caprichosas, sino a que simplemente lo tiran al suelo mientras comen, mezclándolo con plumas, tierra y estiércol. ¿El resultado? Comida desperdiciada que probablemente nadie querrá volver a tocar (ni siquiera las gallinas más hambrientas).

Por eso, mantener el suelo limpio es una gran inversión. Trata de colocar los comederos a una altura adecuada (más o menos a la altura del pecho de las gallinas) para evitar que tiren tanto alimento mientras picotean. Además, si tienes acceso a bandejas o rejillas debajo de los comederos, estas funcionarán muy bien para atrapar los trozos que caen y que aún estén limpios. Así puedes reciclar ese alimento y ofrecérselo de nuevo a tus aves.

Además, un suelo limpio no solo ayuda a ahorrar alimento, sino que también previene enfermedades. Las gallinas son animales curiosos, y a veces pueden comer cosas que no deberían. Así que menos suciedad = menos problemas de salud + menos desperdicio. ¡Un 3×1 espectacular!

6. La densidad de gallinas: ¡No al Hacinamiento!

El espacio importa, y mucho. Muchas veces, el desperdicio de alimento tiene una raíz muy simple: demasiadas gallinas en un espacio pequeño. Cuando no tienen el espacio necesario para moverse de manera tranquila, suelen empujarse, picotearse y causar caos en el gallinero.

Cuando las gallinas están apretadas, se genera una competencia feroz por la comida. Algunas, temerosas de que se acabe, se lanzan a comer con una voracidad que las lleva a atragantarse, mientras que otras, en su desesperación, derraman el alimento por todas partes. El resultado es un desperdicio notable, que podría evitarse si simplemente se les diera un poco más de espacio.

Para evitar este problema, asegúrate de que el número de gallinas en tu gallinero sea el adecuado. Cada gallina necesita alrededor de 4 a 5 metros cuadrados de espacio al aire libre para moverse y curiosear a gusto. También fíjate en que los comederos tengan suficiente espacio para que todas puedan comer sin pelearse.

Un truco que muchas personas usan es dividir el área de alimentación en varios puntos estratégicos. De esta manera, las gallinas más tímidas tendrán su propio espacio, y las “bully-gallinas” no podrán acaparar todo el alimento. Así, reduces el desperdicio y también ayudas a mantener la paz en el gallinero. ¿No es fantástico cómo todo está conectado?

7. El pienso adecuado: ¡No todas las gallinas comen igual!

Esto puede sonar obvio, pero no todas las gallinas tienen las mismas necesidades nutricionales. Las gallinas jóvenes, adultas, ponedoras o de razas ornamentales pueden requerir tipos de pienso distintos, y entender esto es esencial para reducir el desperdicio. Muchas veces compramos un alimento genérico y lo distribuimos a todas nuestras gallinas sin pensar si realmente lo necesitan. ¿El resultado? No lo comen o solo se comen lo que les apetece y dejan lo demás.

Consulta con tu vendedor local o un experto en avicultura para saber qué tipo de alimento es el mejor para tus plumíferas. Además, fíjate en las cantidades. Ofrecer más de lo necesario no es una buena idea. Es preferible darles pequeñas porciones varias veces al día para asegurarte de que todo se consuma (y no termine en el suelo).

Un consejo extra: si tienes posibilidad, prueba a combinar el pienso con alimentos naturales que complementen su dieta, como restos de verduras o frutas (pero siempre asegurándote de que sean seguros para ellas). Así no solo reduces el desperdicio en el gallinero, sino también en tu propia cocina. ¡Una situación ganar-ganar!

8. Reutiliza los Desperdicios

A pesar de todos tus esfuerzos, siempre habrá algo de desperdicio. Pero no te preocupes, porque hay una manera sostenible de aprovecharlo: el compostaje. Los restos de comida caducada, las cáscaras, los trozos de pienso que no se puedan recuperar y otros desperdicios pueden convertirse en un rico compost para tu jardín o huerto.

Eso sí, ten cuidado. No todo es compostable ni bueno para tus gallinas. Evita darles restos de comida con especias, grasas o moho, ya que pueden ser dañinos para su salud. Si decides usar los desperdicios para alimentar a tus aves en lugar de compostarlos, asegúrate de revisarlos bien y darlos en cantidades controladas.

Por otro lado, al aplicar compost en tus plantas o en los alrededores de tu gallinero, estarás cerrando un ciclo: tus gallinas contribuyen a un suelo más rico, y las plantas pueden crecer más fuertes para producir alimento que podrán disfrutar tanto ellas como tú. ¿Puedes sentir la armonía circular? ¡Es fabuloso!

9. Vigila a las gallinas comilonas: Identifica a las culpables

En un grupo de gallinas, siempre hay al menos una que parece tomarse demasiado en serio la hora de comer. Tal vez la has notado: se mete primero al comedero, tira la comida al suelo, la esparce por todas partes… y luego apenas come de lo que ha tirado. Esta «gallina comilona» es una verdadera culpable del desperdicio de alimentos.

Lo primero que hay que hacer es observarlas cuando están comiendo. Fíjate en su comportamiento: ¿hay una o dos que parecen obsesionadas con picotear y arrojar más de lo que realmente ingieren? Si identificas a estas culpables desordenadas, puedes tomar medidas. Una buena opción es optar por comederos que minimicen el desperdicio, como aquellos con rejillas o diseños más profundos que eviten que la comida salga disparada. Otra opción es que ajustes la altura del comedero (si aún no lo has hecho). Asegúrate de que esté al nivel de sus pechos, lo que dificulta que tiren a los lados la comida mientras intentan comer.

10. El horario de alimentación: La rutina ayuda

Las gallinas son criaturas de hábitos, y créeme, una rutina clara puede marcar toda la diferencia a la hora de evitar el desperdicio. Si simplemente les dejas acceso al alimento las 24 horas del día, pueden tomarlo demasiado a la ligera. Picotean un poco aquí, otro poco allá, y parte del alimento termina fuera del comedero sin que se den cuenta o sin que lo ingieran.

Establecer horarios de alimentación puede cambiar este patrón. Por ejemplo, si decides alimentarlas dos veces al día —una en la mañana y otra al final de la tarde—, las gallinas aprenderán rápidamente que esos son los momentos para comer y concentrarán su atención en ello. No dejarán comida de lado porque sabrán que no habrá más hasta la próxima «hora de la comida». ¡Es como ese viejo dicho de nuestras abuelas: el que no come a tiempo, no come! Además, al seguir esta rutina, puedes controlar cuánto alimento ponen en sus buches y cuánto se desperdicia realmente.

11. Cría de Insectos y Gusanos

Ahora, vámonos con una opción natural, sencilla e increíblemente eficiente: criar insectos o gusanos como una fuente alternativa de alimento. Este método no solo es perfecto para complementar su dieta (que, por cierto, ¡les encanta!), sino que también puede reducir el desperdicio de alimento comercial.

Los gusanos de harina, por ejemplo, son una excelente fuente de proteína para las gallinas y puedes criarlos tú mismo en casa sin demasiadas complicaciones. Todo lo que necesitas es un lugar seco, algo básico de compost (puedes usar avena, salvado de trigo o incluso restos de vegetales) y algo de paciencia. Cuando tengas una buena cantidad de gusanos disponibles, puedes dárselos como un snack o como una parte importante de su dieta diaria.

Además, criar insectos tiene otra ventaja: les permite a tus gallinas canalizar su instinto natural de buscar alimento. Si alguna vez las has visto arañar el suelo buscando bichitos, sabrás que esto es algo que les encanta hacer. Así, no solo las alimentas de manera más sostenible, también las mantienes entretenidas y con buen ánimo.

12. Alimentación Inteligente y Medida

Es muy común emocionarse y llenarle el comedero a tus gallinas hasta el borde, especialmente si las ves comiendo con ganas. Al principio puede parecer que todo irá bien, pero si todo ese alimento está disponible de una sola vez, lo más probable es que una parte termine desparramada o pisoteada y ya no lo comerán. Entonces, ¿qué podemos hacer? Alimentar con moderación y controlar las porciones según sus necesidades.

En promedio, una gallina adulta consume alrededor de 120-150 gramos de alimento diariamente (ajustando según la raza y su nivel de actividad). Si notas que están tirando alimento, prueba reduciendo ligeramente la cantidad para evitar el excedente. También puedes complementar su dieta con restos de cocina (solo los seguros para ellas, como cáscaras de vegetales o pan sin moho) y lo que encuentren en el patio, como hierbas o semillas. Esto no solo reducirá el desperdicio, sino que hará su dieta más equilibrada y económica. Alimentarlas con precisión es todo un arte, pero con el tiempo encontrarás el punto justo.

13. Usa comederos automáticos

Si quieres llevar la eficiencia al siguiente nivel, considera invertir en un comedero automático. Estos dispositivos son una maravilla para reducir el desperdicio de alimento, ya que dispensan pequeñas cantidades de comida a intervalos regulares. Esto evita que las gallinas tiren el alimento o que lo coman demasiado rápido. Además, los comederos automáticos suelen estar diseñados para proteger el alimento de la humedad y los insectos, lo que lo mantiene fresco por más tiempo.

Aunque puede parecer una inversión inicial costosa, a largo plazo te ahorrará dinero en alimento y te dará la tranquilidad de saber que tus gallinas están recibiendo la cantidad justa de comida. Además, ¡te ahorrará tiempo! No tendrás que estar pendiente de llenar el comedero constantemente.

14. Almacenamiento Adecuado

Por último, pero no menos importante, está el tema del almacenamiento. ¿Dónde guardas el alimento de tus gallinas? Si lo dejas en una bolsa abierta o en un recipiente expuesto, es probable que se eche a perder o que atraiga plagas como ratones o insectos.

Invierte en un contenedor hermético y resistente para almacenar el alimento. Asegúrate de que esté en un lugar fresco y seco, lejos de la humedad y el calor. Esto no solo evitará que el alimento se dañe, sino que también mantendrá su frescura y sabor, lo que hará que tus gallinas lo disfruten más.

Además, revisa regularmente el estado del alimento. Si notas que está húmedo, mohoso o tiene un olor extraño, deséchalo de inmediato. Darle alimento en mal estado a tus gallinas no solo es un desperdicio, sino que también puede ser peligroso para su salud.

Pensamientos finales

Reducir el desperdicio de alimento en tu gallinero no solo es importante para tu bolsillo, sino también para crear un sistema más eficiente y consciente con el medio ambiente. Al implementar comederos adecuados, servir raciones pequeñas y frecuentes, ajustar la altura del comedero y controlar las golosinas, lograrás una alimentación más efectiva para tus gallinas y menos pérdidas. Y, como bonus, tendrás gallinas más felices y saludables, ya que comerán de manera más equilibrada y con menos estrés.

Recuerda que no se trata solo de ahorrar dinero, sino también de fomentar buenas prácticas en tus cuidados diarios. Así que, si notas que tus gallinas desperdician alimento, no lo tomes como un problema sin solución. Con un poco de organización y estas simples medidas, harás que todo funcione de manera más fluida. ¡Y quién sabe! Tal vez hasta disfrutes aún más de cuidar a tus gallinas sabiendo que estás haciendo lo mejor por ellas y por el planeta. 🐔🌍

Publicaciones Similares

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.