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15 cosas que debes darle de comer a tus gallinas para que pongan huevos todo el año

Si tienes gallinas ponedoras, probablemente ya hayas experimentado la emoción de ir al gallinero y encontrar huevos frescos esperando por ti cada mañana. Pero, ¿qué pasa cuando tus gallinas de repente dejan de poner o su producción de huevos disminuye? Si eres como yo, probablemente comiences a buscar respuestas desesperadamente. Una de las razones más comunes por las que las gallinas pueden dejar de poner huevos es una dieta inadecuada.

No te preocupes, aquí te contaré sobre 15 alimentos esenciales que deberías considerar darle a tus gallinas para que se mantengan felices, saludables y ponedoras todo el año. ¡Es mucho más sencillo de lo que parece!

1. Granos básicos: La base de su dieta

El primer alimento que no puede faltar en el menú de tus gallinas son los granos básicos. Este es el fundamento de cualquier dieta saludable para gallinas ponedoras. Los granos suelen ser energéticos, económicos y fáciles de conseguir. Los piensos comerciales generalmente ya vienen mezclados con ingredientes clave como maíz, trigo, avena o sorgo, que le proporcionan a las gallinas una buena fuente de carbohidratos y energía. Estos carbohidratos son esenciales para mantener su actividad diaria y para la producción de huevos.

Si decides hacer una mezcla casera, también puedes darles granos enteros, como maíz partido o avena. Estas opciones no solo llenan el estómago de tus gallinas, sino que las entretienen mientras los picotean. Además, si les das la oportunidad de salir a buscar alimento (lo que se llama «forrajeo»), ellas mismas encontrarán pequeños granos o semillas en el suelo para complementar su dieta. Eso sí, asegúrate de no sobrealimentarlas, ya que el sobrepeso puede afectar su producción de huevos.

2. Proteínas extra: El motor para fabricar huevos

Las gallinas no solamente necesitan carbohidratos para funcionar; otra parte vital de su dieta son las proteínas. Piensa en esto: el huevo que ponen es básicamente una fuente de proteínas puras, especialmente la clara. Si no les proporcionas suficientes alimentos ricos en proteína, sus cuerpos tendrán dificultades para producir huevos consistentemente.

La buena noticia es que hay muchas formas naturales y económicas de darles proteínas a tus gallinas. Por ejemplo, los insectos son una fuente fantástica de proteínas. Si tus gallinas tienen acceso al exterior, probablemente ya estén picoteando gusanos, hormigas, grillos o cualquier bicho que se cruce en su camino (¡es un espectáculo divertido de ver!). También puedes complementar con opciones como harina de pescado, lombrices que tú mismo puedas criar o incluso restos de carne bien cocida que tengas en casa.

Para aquellos que prefieren opciones más «limpias», los guisantes secos o la soya son fuentes vegetales de proteínas que funcionan bastante bien. Otra opción son los bloques de proteínas que puedes comprar en tiendas agrícolas, que están especialmente diseñados para aves de corral.

3. Verduras frescas: Un toque verde y saludable

Todos sabemos que comer verduras es bueno para nuestra salud, y lo mismo se aplica a las gallinas. Incorporar verduras frescas a la dieta de tus gallinas no solo enriquece su nutrición, sino que también contribuye a obtener huevos de mejor calidad. Las verduras son excelentes para aportar vitaminas, minerales y fibra, elementos clave para mantener el sistema inmunológico de tus gallinas fuerte y su plumaje en perfectas condiciones.

Algunas de las mejores opciones incluyen la lechuga, las espinacas, las acelgas, la col rizada y, por supuesto, las zanahorias. Incluso puedes ofrecerles los restos de verduras que generes en la cocina, como hojas de brócoli sobrantes o pedacitos de calabaza (¡las gallinas aman la calabaza!). También los tomates y los pepinos son grandes favoritos entre las gallinas.

Recuerda, sin embargo, que hay ciertas plantas y verduras que no son seguras para ellas, como las papas crudas, los aguacates y las hojas de tomate. También hay que moderar la cantidad de cítricos, ya que no son los favoritos para las gallinas y pueden alterar su digestión. Como regla general, mantén la alimentación equilibrada con una mezcla de sus granos básicos y una cantidad moderada de vegetales frescos.

4. Cáscaras de huevo trituradas: Reutilizando lo que ya tienes

Esto puede sonar extraño al principio, pero alimentar a tus gallinas con cáscaras de huevo trituradas puede marcar una gran diferencia en su producción de huevos. Las cáscaras de huevo son una fuente natural rica en calcio, un mineral fundamental para que las gallinas produzcan huevos con cáscaras fuertes y saludables.

Si alguna vez has notado que los huevos de tus gallinas tienen cáscaras delgadas o incluso se rompen fácilmente, es probable que estén sufriendo una deficiencia de calcio. Una solución sencilla y económica es recolectar las cáscaras de los huevos que consumes, lavarlas bien, triturarlas y dárselas a tus gallinas como suplemento. Asegúrate de triturarlas lo suficiente para que no parezcan un huevo (no quieres que tus gallinas empiecen a comerse sus propios huevos por accidente).

Otra alternativa para proporcionar calcio es el uso de conchas de ostras trituradas, que puedes adquirir en tiendas de productos para animales. Sea cual sea la opción que elijas, tus gallinas te lo agradecerán y notarás la diferencia al recoger huevos con cáscaras más fuertes y resistentes.

5. Hierbas y malezas: El súper alimento que crece en tu jardín

Cuando estamos pensando en qué darles de comer a nuestras gallinas, a veces nos olvidamos de mirar a nuestro alrededor. ¡La naturaleza es un buffet libre para ellas! Hierbas frescas y malezas son una excelente fuente de nutrientes para tus gallinas, además de ser súper económicas (¡casi gratis!).

Las hierbas como albahaca, perejil y cilantro son ricas en vitaminas y antioxidantes. Incluso la menta y la melisa pueden ser beneficiosas porque ayudan con la digestión y hasta repelen insectos, ¡dos en uno! También puedes darles malezas como diente de león o trébol, que no solo son deliciosas para ellas, sino que contienen calcio y hierro.

Además, las hierbas y malezas son una forma divertida y natural de mantenerlas entretenidas y estimuladas. Si tienes un poco de espacio, considera plantar un pequeño rincón de hierbas dedicado para tus gallinas, o simplemente dales las sobras de lo que coseches en tu huerto. ¿La mejor parte? Ellas se encargarán de «podar» estas plantas por ti.

6. Frutas en pequeñas cantidades: Un dulce nutritivo

¿A quién no le gusta un pequeño «postre» de vez en cuando? Bueno, tus gallinas no son la excepción. Las frutas son una excelente opción para agregar variedad a su dieta, además de ser una fuente de vitaminas y minerales esenciales.

Eso sí, la clave está en moderar las cantidades. Las frutas contienen azúcar natural, y aunque son deliciosas, demasiada azúcar puede ser perjudicial para tus gallinas. Opta por ofrecerles pequeñas porciones de frutas como manzanas, peras, fresas o bayas. Las sandías también son un éxito rotundo, especialmente en verano, porque además de ser dulces tienen un alto contenido de agua, lo que ayuda a mantenerlas hidratadas.

Un consejo práctico: asegúrate de quitar las semillas de las frutas que podrían ser peligrosas, como las semillas de manzana, ya que contienen pequeñas cantidades de cianuro. Sí, es un poco exagerado pensar que les hará daño rápidamente, pero siempre es mejor prevenir.

7. Sobras de cocina (pero con cuidado): Reutiliza y recicla

Todos hemos tenido sobras de comida que no sabemos qué hacer con ellas. La buena noticia es que tus gallinas pueden ayudarte a deshacerte de estos restos de manera eficiente y ecológica. Pan duro, frutas demasiado maduras, verduras que ya están un poco viejas e incluso esa pasta que quedó del día anterior pueden ser un banquete para ellas. Pero ojo, no todo vale.

Evita darles alimentos salados, grasosos o que contengan condimentos intensos como frituras o cebolla. Tampoco es recomendable darles sobras que tengan moho o estén en mal estado. Otro enemigo a evitar son las cáscaras de papa cruda, chocolate y, por supuesto, bebidas alcohólicas (aunque puede sonar gracioso, ¡no es nada bueno para sus pequeños cuerpos!).

El truco está en usar el sentido común. Si algo no parece seguro o saludable para ti, probablemente tampoco lo será para tus gallinas. Alimentarlas con sobras es una buena forma de reducir los desechos en casa, pero siempre hay que hacerlo con conciencia.

8. Grit (gravilla): El ingrediente secreto para una buena digestión

Ahora, hablemos de algo que muchas personas pasan por alto: el «grit» o gravilla, que es esencial para las gallinas, especialmente si las tienes en un entorno donde no tienen acceso a suelo natural. A diferencia de ti, las gallinas no tienen dientes, así que ¿cómo mastican? Ahí es donde entra el grit.

Estas pequeñas piedras se almacenan en la molleja (una especie de «molino» natural que tienen en su cuerpo) y ayudan a moler y triturar el alimento que consumen, lo cual es fundamental para que puedan digerirlo correctamente. Si no tienen acceso a gravilla, su sistema digestivo puede sufrir y, con el tiempo, eso afectará su salud y la producción de huevos.

El grit también puede incluir conchas de ostras trituradas, que son una excelente fuente de calcio. Y ya que estamos hablando de calcio, es importante recordar que este mineral es vital para que tus gallinas puedan producir cáscaras de huevo fuertes y saludables. Si notas que los huevos que ponen tienen cáscaras delgadas o quebradizas, podría ser una señal de que necesitan más calcio en su dieta.

9. Comida balanceada para gallinas

Este es el pilar básico de la alimentación de tus gallinas. Podrías estar tentado a solo darles sobras de tu cocina o lo que encuentres en la despensa, pero tus aves necesitan mucho más que eso. La comida balanceada para gallinas contiene todos los nutrientes esenciales que necesitan: desde proteínas hasta carbohidratos, vitaminas y minerales.

Claro, puedes complementar con sobras orgánicas, frutas, verduras y demás, pero asegúrate de que la mayoría de su dieta sea esa mezcla específicamente diseñada para ellas. Las gallinas tienen necesidades nutricionales específicas dependiendo de su edad, así que asegúrate de buscar comida pensada para gallinas ponedoras. Esta es rica en calcio, que es fundamental para la formación de cáscaras fuertes. ¡Nadie quiere un huevo agrietado antes de llegar a la sartén!


10. Aceite de pescado o fuente de omega-3

Este consejo puede sonar un poco raro, pero déjame explicarte. Los huevos ricos en omega-3 no solo son mejores para ti (y más saludables), sino que también la inclusión de este nutriente en la dieta de tus gallinas puede mejorar su salud y bienestar. ¿Cómo introducir omega-3 en su comida? Hay varias opciones, pero sin duda, una de las más comunes y eficaces es agregarles aceite de pescado a su dieta. Solo necesitas unas pocas gotas mezcladas en su comida habitual.

Otra opción es buscar alimentos ricos en omega-3 como lino molido o semillas de chía. Esto no solo mejorará la calidad de sus huevos, sino que también les dará más energía, lo que es especialmente importante en los meses fríos cuando, al igual que nosotros, prefieren acurrucarse en lugar de explorar el patio.

Eso sí, no abuses del aceite de pescado, ya que puede influir en el sabor de los huevos si se les da en exceso. Un poco es suficiente.

11. Proteína vegetal: Legumbres o semillas

¿Sabías que las gallinas necesitan una cantidad importante de proteína para mantener una producción de huevos constante? Sí, y aunque pueden obtenerla de su comida balanceada o incluso de insectos y gusanos que encuentren, durante épocas como el invierno en las que no tienen tantas oportunidades de picotear bichos en el suelo, puedes reforzar su dieta con proteína vegetal.

Las legumbres como lentejas, garbanzos o guisantes son una excelente fuente. Eso sí, asegúrate de cocinarlas o remojarlas previamente, ya que algunas pueden contener compuestos indigestos si se las das crudas. También puedes ofrecerles semillas como girasol, calabaza o lino (que, además de proteínas, aportan omega-3, así que matas dos pájaros de un tiro, ¡pero no literalmente, claro!).

Este tipo de suplementos aseguran que tus gallinas tengan la energía necesaria para poner huevos incluso durante esos días cortos y fríos.

12. Asegúrate de que siempre tengan agua fresca

Este punto no puede pasarse por alto, aunque pueda parecer obvio. El agua fresca es esencial para la vida de tus gallinas y, por ende, también para la producción de huevos. Una gallina deshidratada simplemente dejará de poner huevos, y no podemos culparla, porque producir huevos consume muchísima energía y líquidos.

Es particularmente importante en el verano, cuando las temperaturas suben, y en el invierno, cuando el agua en los bebederos puede congelarse. Para evitarlo, considera usar bebederos con sistemas que mantengan el agua a una temperatura adecuada o calientan ligeramente el recipiente en climas muy fríos.

Revisa sus bebederos todos los días y cámbiales el agua con frecuencia. Nadie (ni siquiera una gallina) quiere beber agua sucia o estancada. Recuerda, un animal bien hidratado es un animal feliz y productivo.

13. Vitaminas

A veces, la alimentación básica no es suficiente para garantizar que tus gallinas estén en su mejor forma. Aquí es donde entran las vitaminas. Estas pequeñas ayudas son fundamentales para asegurar que tus gallinas no solo estén sanas, sino también que tengan todo lo que necesitan para producir esos deliciosos huevos. Las vitaminas (como la A, D, E y algunas del complejo B) son esenciales para la producción de huevos, así como para el mantenimiento de una salud óptima.

Si no estás seguro de qué tipo de multi-vitaminas usar, asegúrate de buscar productos específicamente formulados para aves ponedoras. Verás que hay opciones en polvo o líquidas que puedes incorporar a su comida. Los resultados pueden ser sorprendentes: tus gallinas estarán activas, saludables y listas para poner huevos en cualquier momento. Solo asegúrate de seguir las dosis recomendadas; ¡tampoco quieres exagerar!

14. Alfalfa

Siguiendo con la lista, el heno de alfalfa es un alimento fantástico para tus gallinas. No solo les encanta, sino que es increíblemente nutritivo. La alfalfa está repleta de proteínas, vitaminas y minerales, lo que la convierte en un complemento ideal para su dieta diaria.

Cuando alimentas a tus gallinas con alfalfa, ellas obtienen una serie de beneficios: ayuda a fortalecer sus huesos, mejora su digestión y, claro, promueve la producción de huevos. Si tienes la oportunidad, considera darle alfalfa fresca. Les encanta picotearla y se sentirán como en el paraíso avícola. También puedes mezclarla con su alimento regular o dársela como una «golosina» ocasional. A tus gallinas les encantará tanto que si las miras mientras comen, probablemente harás una lista de “mejores momentos” de tus gallinas. Es todo un espectáculo.

15. Semillas de Girasol

Ahora, otro favorito de nuestras amigas emplumadas son las semillas de girasol. Este pequeño manjar no solo es una gran golosina, sino que es rico en grasas saludables, vitaminas y minerales. ¿Sabías que las gallinas adoran picar semillas? Si les ofreces semillas de girasol, estarás haciendo que su experiencia de alimentación sea mucho más emocionante y, a la vez, nutritiva.

Las semillas de girasol contienen una buena dosis de vitamina E y ácidos grasos omega-6. Estas pequeñas joyas ayudan a sus huesos y, como resultado, contribuyen a una mejor producción de huevos. Además, su alto contenido de energía es ideal para mantener a tus gallinas activas, sobre todo si están en un lugar donde pueden correr y jugar. Las semillas pueden ser ofrecidas como un «extra» junto con su alimento regular o incluso como un premio por ser unas gallinas ejemplares. Te aseguro que estarán felices y más que contentas de picotear cada una de ellas.

Un último consejo

Alimentar a tus gallinas de forma adecuada es una combinación de ciencia y cariño. Al proporcionarles los granos básicos, proteínas extra, verduras frescas y cáscaras de huevo trituradas, estás cubriendo todas las necesidades principales para que tus ponedoras estén saludables y rindan al máximo. Sin embargo, nunca olvides la importancia del agua fresca y limpia. Una gallina bien hidratada también es una gallina feliz y productiva.

También, presta atención a las temporadas del año. En invierno, por ejemplo, las gallinas pueden necesitar un poco más de energía extra, mientras que en verano, agradecerán frutas hidratantes como sandía para refrescarse. Además, el manejo adecuado del gallinero y un espacio limpio influirán en su bienestar general.

Así que ahí lo tienes, las 15 cosas que no pueden faltar en la dieta de tus gallinas si quieres recoger huevos frescos todos los días, sin importar la estación. ¡Tus gallinas te lo agradecerán a su manera, con cacareos felices y una producción constante de huevos!

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