La alimentación es un pilar fundamental en la cría de aves de corral. Una dieta adecuada y balanceada no solo protege a las gallinas de diversas enfermedades, sino que también mejora su productividad. Si bien las gallinas pueden ingerir casi cualquier cosa, es responsabilidad del criador determinar qué alimentos son beneficiosos y cuáles son perjudiciales para su bienestar.
La rentabilidad en la producción avícola se sustenta en tres pilares fundamentales: la selección de una buena raza, una dieta balanceada y una gestión eficiente. De estos tres, la alimentación juega un papel central, representando el 70% del costo total de la producción de huevos y el 55% del costo de la producción de pollos de engorde. Por lo tanto, la eficiencia en la alimentación se erige como un factor clave para el éxito en la avicultura.
Nutrientes esenciales en el alimento
Las gallinas, como cualquier animal, requieren una dieta balanceada que les proporcione los nutrientes esenciales para su correcto desarrollo, crecimiento y producción de huevos. Estos nutrientes se pueden agrupar en seis categorías:
1. Carbohidratos: La principal fuente de energía
Los carbohidratos constituyen la principal fuente de energía para las aves y representan la mayor parte de su dieta.
Las principales fuentes de carbohidratos en las dietas avícolas incluyen el maíz, el trigo, la cebada y otros cereales. Estos granos son ricos en almidón, que las aves pueden digerir y utilizar eficientemente para obtener energía. El almidón se descompone en azúcares simples durante la digestión, que luego se absorben en el torrente sanguíneo y se utilizan para alimentar los procesos vitales del cuerpo de las aves.
La fibra cruda, por otro lado, no es digerida por las aves de corral debido a la falta de enzimas digestivas apropiadas. Sin embargo, la fibra juega un papel importante en su salud digestiva, promoviendo la motilidad intestinal y el crecimiento de bacterias beneficiosas.
2. Las Grasas en las Dietas Avícolas
Las grasas desempeñan un papel crucial en la nutrición avícola, proporcionando una fuente concentrada de energía y contribuyendo a la salud y el rendimiento de las aves. En términos de contenido calórico, las grasas superan a los carbohidratos con una relación de 2,25:1, aportando 9 calorías por gramo frente a las 4 de los carbohidratos. A temperatura ambiente, las grasas saturadas se presentan en estado sólido, mientras que las insaturadas son líquidas.
Entre las grasas saturadas utilizadas en las dietas avícolas se encuentran el sebo, la manteca de cerdo, la grasa de ave y la grasa blanca de primera calidad. Las grasas insaturadas, como el aceite de maíz, soya y canola, también se utilizan. En los piensos comerciales para aves, las fuentes comunes de grasa suplementaria incluyen la grasa animal, la grasa de ave y la grasa amarilla. Sin embargo, el alto costo de los aceites vegetales limita su inclusión en las dietas avícolas.
Las grasas están compuestas por unidades más pequeñas llamadas ácidos grasos, los cuales son esenciales para la integridad de las membranas celulares y la síntesis hormonal. Si bien existen muchos ácidos grasos diferentes, las aves tienen un requerimiento específico para el ácido linoleico, el cual debe estar presente en la dieta. El ácido linoleico es considerado un ácido graso esencial porque las aves no pueden sintetizarlo a partir de otros nutrientes.
La presencia de grasas en la dieta es fundamental para la absorción de vitaminas liposolubles como la A, D, E y K. Además de su función nutricional, la grasa se añade a los piensos para reducir el polvo de grano y mejorar la palatabilidad, es decir, hacer que el alimento sea más apetitoso.
Las grasas, incluidas las incorporadas en los piensos, tienen una tendencia a deteriorarse o volverse rancias, un problema que se intensifica en verano. Para evitar la rancidez, se añaden antioxidantes a las dietas avícolas que contienen grasa suplementaria. Un antioxidante común que se menciona en las etiquetas de los piensos es la etoxiquina.
3. Proteínas en la dieta de las gallinas
Las proteínas son compuestos complejos formados por unidades más pequeñas llamadas aminoácidos. Cuando un ave consume proteínas, el proceso digestivo las descompone en aminoácidos. Estos aminoácidos son absorbidos por la sangre y transportados a las células, donde se convierten en las proteínas específicas que necesita el animal. Las proteínas se utilizan en la construcción de tejidos corporales como músculos, nervios, cartílagos, piel, plumas, pico, etc. La clara de huevo también es rica en proteínas.
Los aminoácidos se dividen típicamente en dos categorías: esenciales y no esenciales. Los aminoácidos esenciales son aquellos que el animal no puede producir en cantidades suficientes para satisfacer sus necesidades. Los aminoácidos no esenciales son aquellos que el cuerpo puede generar en cantidades suficientes por sí mismo.
Existen 22 aminoácidos que se encuentran comúnmente en los ingredientes de los alimentos para aves. De estos, 11 son esenciales y deben proporcionarse en la alimentación. Las dietas avícolas suelen contener una variedad de alimentos porque ningún ingrediente único puede suministrar todos los aminoácidos necesarios en los niveles correctos.
La mayoría de las etiquetas de alimentos indican únicamente el porcentaje de proteína bruta en un alimento determinado. Esta información no indica la calidad de la proteína utilizada. La calidad de la proteína se basa en la presencia de los aminoácidos esenciales.
Para las aves de corral, la metionina y la lisina son los dos aminoácidos más críticos. La deficiencia de cualquiera de estos provocará una disminución significativa de la productividad y la salud de la bandada. Las dietas avícolas comerciales suelen contener suplementos de metionina y lisina. Gracias a estos suplementos, el alimento puede contener menos proteína total; sin estos suplementos, el alimento tendría que contener cantidades excesivas de los demás aminoácidos para cumplir con los requisitos de metionina y lisina.
Las principales fuentes de proteína en las dietas avícolas son las proteínas vegetales como la harina de soja, la harina de canola, la harina de gluten de maíz, etc. Las proteínas animales utilizadas incluyen la harina de pescado y la harina de carne y hueso. La harina de pescado solo puede utilizarse en cantidades limitadas (menos del 5% de la composición total de la dieta) o dará al pollo y a los huevos un sabor a pescado.
4. La importancia de los minerales en la alimentación avícola
Los minerales desempeñan un papel fundamental en la formación de huesos, pero también son esenciales para diversas funciones vitales, incluyendo la formación de células sanguíneas, la coagulación de la sangre, la activación de enzimas, el metabolismo energético y la adecuada función muscular.
Los minerales se clasifican típicamente como macrominerales y microminerales. Las aves de corral requieren niveles más altos de macrominerales y niveles más bajos de microminerales en su dieta. Los microminerales incluyen cobre, yodo, hierro, manganeso, selenio y zinc. Aunque las aves de corral tienen requisitos más bajos para los microminerales, estos minerales desempeñan roles esenciales en el metabolismo del cuerpo. El yodo, por ejemplo, es necesario para producir hormonas tiroideas que regulan el metabolismo energético. De manera similar, el zinc participa en muchas reacciones enzimáticas en el cuerpo, y el hierro ayuda al transporte de oxígeno dentro del cuerpo.
Los macrominerales incluyen calcio, fósforo, cloro, magnesio, potasio y sodio. Muchas personas conocen el papel del calcio en la formación adecuada de huesos y la calidad de la cáscara de los huevos, pero su importante papel en la formación de coágulos sanguíneos y la contracción muscular es menos conocido. El fósforo es importante en el desarrollo óseo, forma parte de las membranas celulares y es necesario para muchas funciones metabólicas. El cloro es importante en la formación de ácido clorhídrico en el estómago y, por lo tanto, desempeña un papel en la digestión. El sodio y el potasio son electrolitos importantes para las funciones metabólicas, musculares y nerviosas. El magnesio también ayuda con las funciones metabólicas y musculares.
Los granos son bajos en minerales, por lo que se añaden suplementos minerales a los alimentos comerciales para aves de corral. La piedra caliza o la concha de ostra son fuentes comunes de calcio. El fosfato dicálcico es una fuente común de fósforo y calcio. Los microminerales generalmente se suministran en una premezcla mineral.
5. Las vitaminas: esenciales para la salud avícola
Las vitaminas son un grupo de compuestos orgánicos que las aves de corral necesitan en pequeñas cantidades. A pesar de estos bajos requerimientos, las vitaminas son esenciales para el funcionamiento normal del cuerpo, el crecimiento y la reproducción. La deficiencia de una o más vitaminas puede llevar a una serie de enfermedades o síndromes.
Las vitaminas se dividen en dos categorías: liposolubles e hidrosolubles. Las vitaminas liposolubles son A, D, E y K. La vitamina A es necesaria para el crecimiento y desarrollo normal del tejido epitelial (piel y revestimientos de los tractos digestivo, reproductivo y respiratorio) y la reproducción. La vitamina D3 es necesaria para el crecimiento normal, el desarrollo óseo y la formación de la cáscara de los huevos. La vitamina K es esencial para la coagulación de la sangre.
Las vitaminas hidrosolubles incluyen la vitamina C y las vitaminas B. Las vitaminas B incluyen la vitamina B12, biotina, folato, niacina, ácido pantoténico, piridoxina, riboflavina y tiamina. Las vitaminas B están involucradas en muchas funciones metabólicas, incluyendo el metabolismo energético. Las aves de corral pueden producir vitamina C, por lo que no se ha establecido ningún requerimiento dietético para esta vitamina.
Sin embargo, en condiciones de estrés, las gallinas no son capaces de sintetizar las cantidades óptimas y, en este caso, las dietas suplementadas con ácido ascórbico resultan de gran ayuda.
6. La importancia del agua en las aves
A menudo se pasa por alto, pero el agua es uno de los nutrientes más importantes para las aves. Un animal puede vivir más tiempo sin comida que sin agua. En una bandada de gallinas ponedoras, la escasez de agua durante solo unas pocas horas puede resultar en una reducción de la producción de huevos, por lo que el agua limpia debe estar disponible en todo momento.
Si no se utilizan bebederos automáticos, se deben llenar dos veces al día. Si los bebederos se llenan solo por la mañana, las aves pueden quedarse sin agua al mediodía. Una gallina ponedora bebe alrededor del 25% de su consumo diario de agua durante las últimas dos horas de luz solar.
El agua juega un papel fundamental en el cuerpo de un animal. Ablanda el alimento y lo transporta a través del tracto digestivo. Como componente de la sangre (90% del contenido de la sangre), el agua transporta los nutrientes del tracto digestivo a las células y elimina los productos de desecho. El agua también ayuda a enfriar al ave a través de la evaporación. (Las aves no tienen glándulas sudoríparas, por lo que su pérdida de calor ocurre en los sacos aéreos y los pulmones a través de la respiración rápida).
Un pollito recién nacido está compuesto por aproximadamente un 80% de agua. Aunque este porcentaje disminuye a medida que el ave crece, la necesidad de agua permanece. No existe un requisito preciso de cantidad de agua porque hay varios factores que afectan la cantidad de agua que necesita un ave: edad, condición corporal, dieta, temperatura, calidad del agua y humedad. Como regla general, las aves de corral consumen el doble de agua que de alimento.
