12 consejos para ahorrar dinero en la crianza de gallinas
Criar gallinas puede ser una actividad muy gratificante. Verlas cacarear felizmente por el patio, recolectar huevos frescos por la mañana y saborear la sensación de autosuficiencia que trae tener tu propio mini-rebaño es realmente algo especial. Sin embargo, como todo en la vida, mantener a las gallinas también tiene sus costos. Alimentos, instalaciones y cuidados pueden sumar más de lo que esperabas si no tienes cuidado.
Pero no te preocupes, porque criar gallinas no tiene que acabar con tu bolsillo. Aquí te comparto cuatro consejos súper prácticos y fáciles para ahorrar dinero mientras cuidas con amor a estas plumíferas amigas.
1. Construye tu propio gallinero con materiales reciclados
Un gallinero es esencial para mantener a tus gallinas protegidas de depredadores y darles un espacio seguro y cómodo. Sin embargo, no necesitas gastar una fortuna en uno de esos gallineros lujosos y caros que se ven en tiendas especializadas o internet. En su lugar, puedes ser creativo y construir tu propio gallinero utilizando materiales reciclados o cosas que ya tengas en casa. Te sorprenderías de lo que puedes usar: palets de madera, puertas viejas, láminas de metal, cajas de frutas y hasta armarios viejos pueden convertirse en un refugio perfecto para tus gallinas.
La clave está en ser creativo. Busca proyectos de “hazlo tú mismo” (DIY) en internet, donde hay miles de tutoriales para construir gallineros caseros. Además de ahorrar dinero, estarás haciendo algo bueno por el medio ambiente al reutilizar materiales y reducir desechos. Incluso puedes incluir a tu familia o amigos para que te ayuden a construirlo. ¡Será una actividad divertida y con un resultado súper útil!
Un consejo adicional: asegúrate de que el gallinero esté bien ventilado y sea resistente al clima de tu zona. Ahorrar está bien, pero también es importante que tus gallinas estén sanas y felices en su nuevo hogar.
2. Alimento gratuito con restos de cocina
Seguro que en tu hogar se generan restos de comida todos los días: cáscaras de frutas, verduras que ya no se ven tan frescas, pan duro, arroz sobrante. ¿Sabías que muchas de estas sobras pueden ser un festín para tus gallinas? Alimentarlas con restos de tu cocina no solo es una forma de ahorrar dinero en comida comercial, sino que también es una manera de aprovechar todo lo que normalmente tirarías a la basura.
Eso sí, no toda la comida es segura para ellas. Es importante que te informes sobre qué restos pueden comer y cuáles no. Por ejemplo, a las gallinas les encantan frutas como el melón y las sandías, verduras como las zanahorias (ralladas), legumbres cocidas sin condimentos, e incluso pan viejo en pequeñas cantidades. Pero evita darles cosas como cáscaras de papas crudas, aguacates, alimentos grasosos o con sal, porque pueden ser dañinos para ellas.
Darles restos de cocina no solo reducirá tus gastos en comida balanceada para aves, sino que también te ayudará a generar menos desperdicio en casa. Es un ganar-ganar: tú ahorras y aportas al medio ambiente, mientras que tus gallinas disfrutan de un menú variado.
3. Permíteles buscar comida libremente
Si tienes un jardín, un patio grande o incluso un pequeño espacio exterior, deja que las gallinas busquen alimento libremente durante el día. Esto es lo que se llama “pastoreo”. Aunque suene extraño, en realidad es algo muy natural para ellas. Las gallinas son excelentes exploradoras y saben perfectamente cómo buscar insectos, gusanos, semillas y hierbas que les aportan proteínas y nutrientes esenciales.
Permitirles que se alimenten de esta manera no solo es bueno para su dieta (¡comida fresca y natural!), sino que además reducirá significativamente la cantidad de alimento comercial que necesitas comprar. Por si fuera poco, tus gallinas te ayudarán a mantener tu jardín libre de plagas, ya que se comerán bichitos como caracoles, saltamontes o larvas que puedan estar rondando por ahí.
Eso sí, asegúrate de que el lugar donde las dejas pastorear sea seguro y esté cercado, para evitar que escapen o sean atacadas por depredadores. Además, recuerda que no deben comer plantas tóxicas, así que revisa tu jardín y retira cualquier planta que pueda ser peligrosa para ellas.
4. Haz tu propio alimento casero
¿Sabías que puedes ahorrar mucho dinero preparando tu propio alimento casero para gallinas? Aunque las bolsas de pienso comercial son prácticas, a mediano y largo plazo pueden ser un gasto considerable, especialmente si tienes muchas gallinas. Por suerte, mezclar alimento casero para ellas es más fácil de lo que parece.
La base de su dieta puede incluir ingredientes económicos como maíz picado, trigo, avena y cebada. También puedes agregarles calcio triturado (como cáscaras de huevo molidas) para ayudar a fortalecer sus huesos y la producción de cáscaras de huevo fuertes. Complementa con legumbres como lentejas cocidas o incluso semillas de girasol.
Otra idea excelente es aprovechar los desperdicios de granos o cereales que puedas conseguir a bajo costo en mercados locales o granjas cercanas. Hablar con agricultores de tu zona puede ser una gran opción, ya que muchos tienen granos sobrantes o quebrados que no son aptos para la venta, pero sí perfectos para alimentar a tus gallinas.
Preparar su alimento no solo es más económico, también es una manera de controlar qué están comiendo tus aves. Si preparas la mezcla con ingredientes saludables, puedes asegurarte de que están obteniendo todos los nutrientes necesarios para estar fuertes y saludables.
5. Cría razas resistentes y productivas
No todas las gallinas son iguales, y elegir la raza adecuada puede marcar una gran diferencia en tus costos. Hay razas que son mucho más resistentes a enfermedades, al clima extremo y que producen más huevos que otras. ¿Sabías que las gallinas como la Sussex, Rhode Island Red o Plymouth Rock son famosas por ser trabajadoras incansables y muy resistentes? Estas razas requieren menos cuidados especiales, lo que significa menos enfermedades, menos medicamentos y menos preocupaciones. Además, producen una buena cantidad de huevos durante varios años.
Antes de emocionarte y correr a comprar pollitas de cualquier raza solo porque son “lindas” o “exóticas”, piensa en el largo plazo. Considera tu clima, las condiciones donde vives y el propósito principal de tus gallinas (¿las quieres para huevos, carne o ambas?). Con razas adecuadas para tu situación, no tendrás que gastar dinero extra en calefacción, medicamentos o suplementos innecesarios. Al final, una gallina sana y fuerte es una gallina que te cuesta menos mantener.
6. Aprovecha las hierbas de tu jardín
¿Tienes un jardín lleno de hierbas que no usas o que crecen como locas en cada rincón? ¡Pues tus gallinas están de suerte! Las gallinas son excelentes jardineras, por así decirlo, y muchas de estas hierbas pueden ser usadas como alimento complementario o incluso como medicina natural para ellas. Plantas como el trébol, la alfalfa, el diente de león, el orégano o la menta no solo son económicas (porque probablemente ya crecen solas), sino que también son súper nutritivas.
Por ejemplo, el orégano es conocido por sus propiedades antibacterianas y ayuda a mantener el sistema inmune de las aves saludable. La menta, por su parte, tiene un efecto refrescante en los días calurosos y también ayuda a repeler algunos insectos en el gallinero. Ni siquiera tienes que hacer nada complicado. Simplemente lanza un manojo de estas hierbas dentro de su corral y observa cómo disfrutan.
Esto no solo ahorra dinero en alimento (porque comen menos del alimento comercial), sino que fortalece su salud, lo que, a su vez, te ahorra gastos en veterinarios o medicamentos. Además, ellas se entretienen picoteando, lo que reduce el aburrimiento y peleas entre las aves. Un gallinero tranquilo también significa menos estrés para ti.
7. Aprende a hacer reparaciones tú mismo
Cualquier persona que cría gallinas sabe que tarde o temprano el gallinero necesitará algo de mantenimiento. Ya sea que se rompa una puerta, un comedero necesite arreglo o el techo tenga un agujero donde entra la lluvia, llamar a un profesional cada vez que algo falla no es precisamente barato. Por eso, aprender a hacer reparaciones básicas por tu cuenta puede ser una excelente manera de ahorrar dinero.
No necesitas convertirte en carpintero experto ni tener un taller gigante lleno de herramientas. Con algunas cosas básicas como martillo, clavos y una sierra pequeña puedes solucionar la mayoría de las situaciones. ¿Se rompió un comedero de plástico? Usa pegamento o cinta resistente. ¿La puerta del gallinero ya no cierra bien? Ajusta las bisagras o añade un resorte. Y si eres un poco creativo, incluso puedes construir cosas desde cero usando materiales reciclados.
Por ejemplo, en lugar de gastar dinero en ponederos nuevos, puedes usar cajas viejas, baldes o incluso restos de madera para fabricar los tuyos. Tus gallinas no necesitan lujos ni materiales costosos; mientras estén cómodas y seguras, estarán felices. Internet está lleno de tutoriales y videos que te enseñan paso a paso cómo hacer este tipo de reparaciones o construcciones. Así que no tengas miedo de intentarlo.
8. Reutiliza huevos para incubar
Comprar pollitos nuevos cada año puede volverse caro, especialmente si tienes un grupo grande de gallinas. Una manera sencilla (y además emocionante) de ahorrar dinero es incubar tus propios huevos. Sí, puedes ser testigo de todo el proceso de nacimiento de tus futuras gallinas, y lo mejor de todo es que no tendrás que gastar un centavo extra.
Si tienes una gallina ponedora que es “clueca” (esto significa que tiene el instinto natural de querer empollar huevos) estás de suerte, porque ella hará el trabajo por ti. Solo asegúrate de que los huevos estén fertilizados (para eso necesitas un gallo en tu grupo) y déjala hacer lo suyo. En unas tres semanas, tendrás pollitos nuevos sin tener que ir a la tienda o gastar dinero en incubadoras eléctricas.
Por supuesto, si no tienes una gallina clueca, siempre puedes comprar una incubadora pequeña como inversión inicial. Estas incubadoras duran años y te ahorran muchísimo a largo plazo si planeas seguir criando gallinas. Piensa en la satisfacción de ver nacer a tus pollitos y en todo el dinero que te ahorrarás comprando aves jóvenes.
9. Aprende a hacer tus propios suplementos
Uno de los mayores gastos en la crianza de gallinas son los alimentos y suplementos. Es importante asegurarte de que tus gallinas obtengan los nutrientes necesarios para mantenerse sanas y producir huevos de calidad, pero eso no significa que tengas que depender de productos comerciales costosos. Una manera de ahorrar en esta área es aprender a hacer tus propios suplementos alimenticios en casa.
Por ejemplo, las cáscaras de huevo son una excelente fuente de calcio, algo fundamental para que las gallinas puedan producir huevos con cáscaras fuertes. En lugar de tirar las cáscaras, enjuágalas, hornéalas ligeramente para eliminar cualquier bacteria y luego tritúralas en trozos pequeños. Estas se pueden mezclar con el alimento regular de tus gallinas o dejar en un recipiente aparte para que las consuman cuando lo necesiten.
Otro suplemento sencillo que puedes hacer es fermentar el alimento de tus gallinas. Al fermentar el pienso en agua por un par de días, no solo aumentas su valor nutricional, sino que también reduces la cantidad de alimento necesario porque las gallinas se llenan más rápido. Además, esto mejora la salud digestiva de las aves. ¿Ves? A veces, las soluciones simples son también las más efectivas y económicas.
10. Reutiliza y recicla
Aquí es donde entra la creatividad. En la crianza de gallinas, hay tantas cosas que puedes reutilizar o reciclar en lugar de gastar dinero comprando todo nuevo. ¿Necesitas un nido para tus gallinas? Puedes usar cajas viejas, cestas o incluso cubos que ya no utilices en casa. Con un poco de paja o virutas de madera en el fondo, tus gallinas estarán cómodas y listas para poner sus huevos.
Las estructuras de los corrales también son un área donde puedes ahorrar. Si tienes madera, mallas o cualquier material viejo que ya no usas, en lugar de tirarlo, considera cómo podrías convertirlo en un refugio para tus gallinas. He visto a personas crear corrales increíbles utilizando puertas viejas, restos de madera de palets o partes de muebles que pensaban desechar. Además, las gallinas no son animales particularmente exigentes, siempre y cuando estén protegidas del clima y depredadores, estarán contentas con casi cualquier refugio que crees para ellas.
Por último, no olvides reciclar materiales que podrían ser útiles en el día a día. Si tienes huertos, el estiércol de tus gallinas puede servir como abono natural para tus plantas, y si te sobran alimentos en la cocina (como cáscaras de frutas, verduras o pan viejo), en muchos casos puedes dárselos como complemento de su dieta. Eso sí, asegúrate de que los restos sean seguros para ellas, y como siempre, todo con moderación.
11. Cultiva tu propio alimento
Dependiendo de la cantidad de gallinas que tengas, la comida puede ser el gasto más grande de todos. Sin embargo, un gran truco para ahorrar dinero es cultivar parte del alimento de tus gallinas. No necesitas tener hectáreas de tierra para hacer esto, incluso con un pequeño espacio puedes ver grandes resultados.
Un ejemplo práctico es plantar maíz, sorgo o trigo, que son ingredientes básicos en la dieta de las gallinas. También puedes cultivar vegetales de rápido crecimiento como acelgas, espinacas o calabacines. Si tienes un jardín o huerto en casa, las gallinas pueden beneficiarse de los restos de las plantas o frutas que ya no consumes.
Otra idea interesante es cultivar granos germinados, como trigo o cebada. Este proceso es económico y sencillo: simplemente remoja los granos en agua por unas horas y luego extiéndelos en una bandeja para que germinen. En cuestión de días, tendrás un alimento fresco y altamente nutritivo que a tus gallinas les encantará.
Además, si tienes espacio, puedes dejar que las gallinas tengan acceso a un área donde puedan forrajear. Les encanta buscar insectos, semillas y pastos, lo que no solo complementa su dieta, sino que también ayuda a reducir tus costos en alimento. Eso sí, asegúrate de vigilar el área para evitar depredadores y que no accedan a plantas tóxicas.
12. Mantén un número manejable de gallinas
Es fácil emocionarse cuando empiezas a criar gallinas. Un día tienes tres, al siguiente cinco, y antes de darte cuenta, ya tienes un ejército de 20 gallinas en tu jardín. Aunque puede ser tentador aumentar el número de aves, especialmente si tienes espacio, recuerda que cuantas más gallinas tengas, mayores serán los costos de alimento, espacio y cuidados.
Por eso, mi consejo es mantener un número manejable de gallinas según tus recursos y necesidades. Pregúntate cuántos huevos realmente necesitas a la semana y cuántas gallinas pueden vivir cómodamente en el espacio que tienes. Si descubres que tienes más huevos de los que puedes consumir, considera regalar algunos a tus amigos o familia, o incluso venderlos a vecinos, lo que podría ayudarte a cubrir algunos gastos.
No importa si tienes tres gallinas o doce, lo importante es mantener un balance entre disfrutar la experiencia y no sentirte abrumado por los costos. Menos aves significa menos estrés, menos gastos y, en general, menos preocupaciones.
Bonus: Aprende a cuidarlas tu mismo
Nada puede ser más costoso que tratar una enfermedad que ya ha afectado a tus gallinas. Por eso, el control preventivo es clave. Mantener a tus gallinas saludables desde el principio te ahorrará mucho dinero en medicamentos y tratamientos.
Lo primero es asegurarte de que su entorno esté limpio y seco. Un gallinero sucio o húmedo es un caldo de cultivo para bacterias y parásitos. Limpia el gallinero regularmente y cambia la cama con frecuencia. También es importante ventilar bien el espacio para evitar la acumulación de humedad y gases dañinos.
Además, implementa una rutina de desparasitación regular. Muchos problemas de salud en las gallinas son causados por parásitos internos o externos, y estos pueden controlarse fácilmente con productos naturales o tratamientos económicos si se detectan a tiempo.
Por último, observa a tus gallinas con atención. Si notas alguno de cambio en su comportamiento, como falta de apetito, letargo o plumaje desaliñado, actúa de inmediato. Cuanto antes detectes un problema, menos costoso será resolverlo.
Consejos finales
Criar gallinas y tener huevos frescos todos los días es una experiencia maravillosa. Y lo mejor de todo es que no necesitas gastar una fortuna para lograrlo. Construir un gallinero con materiales reciclados, aprovechar los restos de cocina, dejar que pastoreen por el jardín y hacer su propio alimento casero son maneras prácticas y efectivas de reducir costos sin comprometer la calidad de vida de tus aves.
Así que anímate a probar estos consejos. No solo ahorrarás dinero, también adoptarás una mentalidad más autosustentable que te traerá múltiples beneficios a largo plazo. Y quién sabe, tal vez después de un tiempo, te conviertas en todo un experto en la crianza de gallinas y hasta puedas compartir tus propios trucos con otros entusiastas del tema. ¡Tus gallinas felices y tu bolsillo también!