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15 cosas que no debes darles de comer a tus gallinas

Criar gallinas en el patio trasero es una de las mejores experiencias para quienes aman la vida en el campo. Una de las cosas más geniales de tener gallinas es que pueden comer casi cualquier cosa… ¡y lo hacen con gusto! Me encanta poder darles esos restos de comida que ni siquiera mis perros se atreverían a probar. Es tan gratificante saber que, en lugar de tirar esos sobrantes de la cocina, mis gallinas se encargan de ellos.

Sin embargo, no todo lo que tenemos en la mesa es seguro para nuestras amigas emplumadas. De hecho, algunos alimentos que parecen inofensivos pueden resultar peligrosos, e incluso mortales, para ellas. Es importante estar al tanto de lo que les ofrecemos. Así que si quieres asegurarte de que tus gallinas estén sanas y felices, aquí te dejo algunos restos comunes que debes evitar darles. ¡Sigue leyendo para informarte sobre lo que no deberías alimentar a tus gallinas!

1. Frijoles y lentejas crudas

La mayoría de la gente no tiraría frijoles secos o lentejas porque tienen una vida útil casi eterna. Pero, si te pones a limpiar la despensa y te encuentras con una bolsa medio usada de frijoles pintos que nunca vas a cocinar, ¡no se los des a tus gallinas!

Los frijoles y las lentejas crudos contienen un compuesto llamado fitohemaglutinina. Este compuesto es venenoso para las gallinas. Si realmente quieres darles frijoles, cocínalos primero para destruir este compuesto y así podrás alimentarlas sin preocupaciones. También puedes germinar frijoles y lentejas. Una vez que han brotado, son seguros para alimentar.

Si decides alimentar a tus gallinas con frijoles o lentejas cocidos, asegúrate de que sean hechos en casa. No les des frijoles de lata, ya que suelen tener un alto nivel de sodio que tus gallinas no necesitan.

2. Arroz seco

Hace muchos años, lanzar arroz en las bodas era una tradición muy popular. Todos llevaban consigo una pequeña bolsa de arroz y se lo tiraban a los novios después de la ceremonia. Sin embargo, la gente pronto se dio cuenta de que las aves estaban comiendo ese arroz, y muchas veces era mortal para ellos. Así que, para no dañar a nuestros amigas emplumadas, la costumbre cambió a lanzar semillas para pájaros.

El arroz seco no es peligroso por un tema químico, sino más bien porque está deshidratado. Cuando cocinas arroz, este se hincha. Lo mismo sucede cuando alimentas a tus gallinas con arroz crudo. Al entrar en contacto con la humedad del sistema digestivo del ave, el arroz se expande. Y, claro, si se inflama demasiado, puede causar problemas en su pancita.

La solución es sencilla: cocina el arroz antes de ofrecérselo a tus gallinas. Se volverán locas por él. Recuerda, ¡nada de arroz seco! Así que, si alguna vez estás en una boda y ves a alguien listo para lanzar algo, asegúrate de que sea semillas para pájaros, no arroz. ¡Las aves te lo agradecerán!

3. Aguacate

Soy un gran fanático del aguacate. Es uno de mis alimentos favoritos para comer fresco. De hecho, en cualquier momento, es probable que haya varios aguacates en nuestra nevera. No se come la piel ni el hueso del aguacate, y eso se convierte en un residuo alimenticio.

La piel y el hueso del aguacate no son algo que quieras darles a tus gallinas. Contienen una toxina llamada persina. La persina es peligrosa para las gallinas y, en cantidades suficientes, puede ser mortal. La piel y el hueso tienen las mayores concentraciones de persina, pero también hay una pequeña cantidad presente en la pulpa. Para estar en el lado seguro, evita darle aguacate a tus gallinas.

4. Semillas de manzana

Cuando se trata de comida, las gallinas son bastante inteligentes. Tienen un instinto natural que las ayuda a elegir lo que es seguro para ellas y lo que no. Si tienes árboles frutales en tu jardín, sabrás que las gallinas son unas verdaderas fanáticas de la fruta que cae al suelo. Frutas como manzanas, cerezas y otros frutos de hueso son un manjar irresistible para ellas.

Sin embargo, hay un pequeño detalle que deberías tener en cuenta: las semillas de estas frutas contienen cianuro. No te preocupes demasiado, porque si tus gallinas solo comen unas pocas semillas, seguramente estarán bien. El problema surge cuando se comen muchas semillas al mismo tiempo. Así que, aunque no tengas que pasarte horas tratando de quitar cada semilla de las manzanas, es importante tener cuidado.

Recuerda que las manzanas no deben convertirse en el único alimento en la dieta de tus gallinas. Una buena variedad es clave para mantenerlas saludables y felices. ¡Así que deja que disfruten de los frutos caídos, pero siempre con precaución!

5. Chocolate

No estoy seguro de por qué esto necesita ser dicho, porque, ¿quién no se come un chocolate? Desde cuándo el chocolate se ha convertido en un sobrante de comida. Pero supongo que si no estás comiendo tu chocolate, deberías saber que puede ser peligroso dárselo a tus gallinas. También es arriesgado darle chocolate a los perros —por si no lo sabías.

El chocolate contiene un químico tóxico llamado teo-bromina. Así que, en vez de complicarte la vida, simplemente cómete el chocolate tú mismo. En serio, es mejor disfrutarlo que arriesgar la salud de tus mascotas. Y, seamos honestos, ¡quién puede resistirse a un buen trozo de chocolate? Así que, si alguna vez te encuentras en la difícil decisión de qué hacer con ese chocolate, recuerda: ¡es tuyo, disfrútalo y evita los problemas!

6. Solanáceas

La familia de las solanáceas incluye algunos de nuestros alimentos favoritos, como los tomates y las berenjenas. Pero, aquí va un dato curioso: estos deliciosos vegetales contienen una sustancia tóxica llamada solanina. Así es, aunque amemos esos jugosos tomates en nuestra ensalada, debemos tener cuidado. La solanina está presente en todas las partes de la planta: hojas, tallos y también en las frutas crudas.

A veces, nos hace ilusión ver a nuestras gallinas picoteando alrededor del jardín y, con la mejor intención, podríamos considerar darles los restos de tomate o berenjena. Pero ¡ojo! No es buena idea. Aunque ellas puedan disfrutar del sabor, los efectos de la solanina pueden ser dañinos para su salud. En lugar de alimentar a tus gallinas con esos recortes, lo mejor es compostarlos. De este modo, no solo les evitas un potencial problema de salud, sino que también contribuyes a crear un abono rico para el jardín.

Así que la próxima vez que prepares una cena con esos maravillosos tomates y berenjenas, recuerda: siempre es mejor compostar los restos. Y tus gallinas, agradecerán un buen picoteo libre de riesgos. ¡Salud!

7. Cebollas

En mi cocina, las cebollas son un ingrediente estrella. Les añado a casi todo: guisos, sopas, y hasta algunas salsas. Sin embargo, siempre que corto una cebolla, me doy cuenta de que me quedan esos extremos que nunca uso. Esos restos, que a menudo terminan en la basura, son algo que nunca le doy a mis gallinas.

Quizás te preguntes por qué. La razón es sencilla: las cebollas contienen una sustancia llamada tiosulfato. Este compuesto es un verdadero enemigo para las aves, ya que puede destruir sus glóbulos rojos. Si una gallina consume suficientes cebollas, puede terminar con anemia o incluso desarrollar ictericia. Y no quiero que mis gallinas pasen por eso. Así que, en lugar de alimentar a mis amigas plumíferas con esos restos, los echo en mi compostera.

De esta manera, no solo evito problemas de salud para mis gallinas, sino que también contribuyo a mi jardín. Es un ganar-ganar: mis gallinas están sanas y mi compost se enriquece.

8. Lechuga

Espera, ¿la lechuga es peligrosa para las gallinas? ¿No se supone que la lechuga es saludable? He escuchado estas preguntas antes, así que paciencia. Parte de la razón por la que la lechuga es tan saludable para los humanos es que es un alimento de baja densidad calórica. La lechuga contiene una gran cantidad de agua.

Las gallinas se vuelven locas por la lechuga y se la comen a montones. Cuando comen mucha lechuga, también están ingiriendo un montón de agua, así que demasiado lechuga puede provocarles diarrea. Puedes darles lechuga en pequeñas cantidades, pero ten en cuenta que también puede causarles malestar estomacal si les das demasiado. Además, el tipo de lechuga que les des hace la diferencia en la cantidad de agua que contiene. La lechuga iceberg está llena de agua, mientras que algunos otros tipos, como la lechuga mantecosa, no tienen tanto.

Así que la próxima vez que pienses en darle lechuga a tus gallinas, recuerda: un poco está bien, pero en exceso podría no ser tan bueno como creías. ¡Todo con moderación!

9. Espinaca

Las gallinas son animales curiosos y a menudo disfrutan de picotear todos los vegetales que les ofreces. Sin embargo, hay algunos que, aunque son súper saludables para nosotros, pueden ser peligrosos para ellas. Uno de esos vegetales es la espinaca.

A diferencia de la lechuga, que tiene un alto contenido de agua y podría causar diarrea si se consume en exceso, el espinazo tiene un efecto diferente. Resulta que, aunque está cargado de vitaminas y minerales, puede perjudicar la absorción de calcio en el cuerpo de tus gallinas. Cuando las gallinas comen espinaca, su organismo se enfoca en absorber los nutrientes de este vegetal y, lamentablemente, no tienen espacio para el calcio. Esto es un problema porque el calcio es esencial para la salud de las gallinas, especialmente para la formación de cáscaras de huevo fuertes.

Así que, aunque el espinazo pueda parecer una opción saludable, es mejor no arriesgarse. En lugar de eso, ¡opta por alternativas más seguras! Puedes alimentar a tus gallinas con col rizada, repollo o acelgas. Estas verduras son igual de nutritivas, pero no interferirán con la absorción de calcio. 

10. Ruibarbo

¿Sabías que si el ruibarbo no se cocina correctamente puede ser peligroso para comer? ¡Es cierto! Las hojas y los tallos de la planta de ruibarbo contienen ácido oxálico, que puede ser tóxico tanto para ti como para tus gallinas. Y aunque el ruibarbo es delicioso en un pastel o en una mermelada, es crucial manejarlo bien.

La buena noticia es que las partes más comestibles son los tallos, así que si te rindes a la tentación de hacer un postre, asegúrate de evitar las hojas. ¡Nunca, nunca las comas! También es interesante saber que otro vegetal que tiene pequeñas cantidades de ácido oxálico es la espinaca.

Si terminas cocinando ruibarbo y te quedan restos, en lugar de dárselo a tus gallinas, ¡ponlos en el compost! Es una forma segura de deshacerte de ellos y, además, estarás ayudando a que tu compost sea más nutritivo para tus plantas

11. Plantas de jardinería

Cuando se trata de mantener a nuestras gallinas felices y saludables, hay algunas flores y plantas que definitivamente queremos evitar. Si tienes gallinas que pasean libremente por el jardín, es probable que no se preocupen demasiado por lo que hay a su alrededor. Pero si tus plumas necesitan estar cerca del gallinero, debes tener cuidado con las plantas que decides plantar.

Resulta que algunas de las flores más bonitas —como las azaleas y otros rododendros— pueden ser bastante peligrosas para nuestras amigas de plumas. Y no solo eso, las campanillas, la lobelia, ciertos tipos de hongos, las hojas de roble y las bellotas, el acebo, la lupina y algunos helechos son también envenenadores potenciales. ¡Vaya lío!

Es un poco triste pensar que algunas plantas que queremos tener en nuestro jardín pueden causar problemas a nuestras gallinas. Por eso, si estás pensando en decorar tu espacio exterior y tienes gallinas cerca, es mejor optar por plantas seguras para ellas o, en su defecto, asegurarte de que no tengan acceso a esas florcitas peligrosas. Así podrás disfrutar de un jardín hermoso sin preocupaciones y dejar que tus gallinas se esfuercen por picotear su comida, no sus plantas. ¡A cuidar a nuestras gallinas!

12. Restos de café y té

El debate sobre si alimentar a las gallinas con café y té está bastante presente en el mundo avícola. Personalmente, nunca he alimentado a mis gallinas con estas bebidas porque considero que los restos de café y las hojas de té son valiosos para mi pila de compost. Además, ¿quién no quiere un compost de calidad?

Ahora, hay quienes juran que sus gallinas disfrutan comiendo restos de café y hojas de té. Dicen que las gallinas parecen realmente felices picoteando esos residuos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que tanto el café como el té contienen cafeína, que es un tipo de metilxantina. Cuando se ingiere en cantidades excesivas, puede causar problemas cardíacos en las aves.

Por eso, mi recomendación es sencilla: evita darle café y té a tus gallinas y en su lugar, simplemente tira esos restos en tu pila de compost. Al final del día, el compost será más valioso y tus gallinas seguirán felices y saludables.

13. Huevos crudos

Los huevos crudos son peligrosos para las gallinas? No. ¿Les darán a las gallinas el hábito de comer huevos? Potencialmente sí.

Es sencillo: a las gallinas les pueden gustar los huevos crudos. Si esto sucede, estarás lidiando con una gallina que se vuelve una cazadora en tu caja de nido, buscando más. Y créeme, es complicado corregir a una gallina que come huevos. Es muchísimo más fácil prevenirlo desde el principio.

Si tienes huevos extra que no vas a usar, ¡cómetelos! O mejor aún, cocínalos antes de dárselos a tus gallinas. Al hacerlo, no asociarán los huevos cocidos con los que ellas ponen, y así estarás a salvo de sorpresas desagradables en el gallinero.

14. No le des a tus gallinas comida chatarra

Cuando se trata de cuidar a nuestras gallinas, a veces pensamos que un pequeño capricho no les hará daño. Pero, ¡detente un momento! Si es comida frita, muy salada o llena de azúcar, ¡no se lo des a tus aves! La verdad es que lo que no es bueno para nosotros, tampoco lo es para ellas.

Imagínate que le das a tu gallina un trozo de papas fritas. Aunque les encante, ese exceso de grasa puede provocarles problemas de salud. Las gallinas son como nosotros: su organismo necesita alimentos balanceados, no frituras ni azúcares. El sodio en los snacks salados puede causarles deshidratación o problemas cardíacos. Y los dulces, bueno, solo les darán un subidón de energía momentáneo, pero nada bueno a largo plazo.

Así que, la próxima vez que pienses en compartir tus sobras, pregúntate: ¿esto es saludable? Si la respuesta es no, ¡mejor guarda esa comida para ti y dales lo que realmente necesitan!

15. Cualquier cosa tratada con productos químicos

Las recortes de césped y las malas hierbas que arrancas son un manjar para tus gallinas. En serio, a ellas les encanta, y se las comerán todas sin pensarlo dos veces. Si tienes un jardín orgánico, esto es aún mejor, porque puedes utilizar esos restos verdes y darles una dieta deliciosa y saludable a tus aves.

Pero ojo, hay una advertencia importante: si tu césped ha sido tratado con productos químicos, ¡no se te ocurra darle esos residuos a tus gallinas! Los químicos pueden quedarse en las plantas y hacer que tus pequeñas amigas se enfermen. No querrás que eso pase, porque nuestras gallinas son parte de la familia.

Así que, si tienes la suerte de tener un jardín libre de químicos, ¡adelante! Usa las malas hierbas y los recortes de césped como un excelente recurso. Tus gallinas te lo agradecerán y, además, ayudarás al medio ambiente al reducir los desechos del jardín. Es un ganar-ganar, ¡y las gallinas felices siempre son un buen espectáculo!

¿Y tú? ¿Le has prohibido algún bocadillo a tus gallinas? ¡Nos encantaría saberlo! Comparte esas golosinas que nunca les darías en los comentarios.

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