16 síntomas más comunes de gallinas enfermas
Como dueño de gallinas en el patio trasero, es fundamental estar al tanto de los síntomas comunes de enfermedad en las gallinas y cómo tratarlas .Muchos de estos síntomas también pueden aparecer durante la muda o el crecimiento de las aves. Por lo tanto, para saber si tus pollos están mostrando signos de enfermedad grave o simplemente experimentando “dolores de crecimiento”, es esencial conocer cómo se ve un pollo saludable en primer lugar.
Recuerdo la primera vez que llevé a casa un pollo enfermo. Fui a una feria de pollos (como un mercado) y traje a casa lo que pensé que era un ave perfectamente normal. Pero a la mañana siguiente, ella estaba tosiendo y estornudando por todas partes. Algunos pollos pueden parecer perfectamente saludables, pero en realidad pueden mostrar síntomas ocultos de enfermedad cuando están bajo estrés. No sabía esto como nuevo cuidador de pollos, ¡pero definitivamente lo sé ahora!
Hablemos sobre cómo se ve un pollo saludable y cómo se ve uno enfermo. Estos aspectos comunes te ayudarán a determinar, en su mayoría, si tu pollo está enfermo o simplemente siendo un poco exigente.
Conoce cómo luce una gallina saludable
La primera cosa que debes observar para determinar la salud de tus aves es el color de la cresta. Una cresta de color rojo brillante es una buena señal de que tienes un pollo en buen estado de salud.
Las gallinas saludables también tendrán:
- Plumas brillantes que no estén desordenadas ni parchadas.
- Ojos claros y brillantes.
- Sin secreciones nasales o oculares.
- Un ventrículo limpio y claro.
Como mencioné, a veces puedes tener un pollo que parece completamente saludable, pero de repente presenta síntomas. Generalmente, los pollos no mostrarán síntomas hasta que realmente estén muy enfermos. Esto se debe a que los pollos son animales de presa y ocultan sus problemas bastante bien.
Por eso, es extremadamente importante estar en sintonía con tu bandada y notar signos básicos antes de que el pollo muestre los peores síntomas.
16 Síntomas Comunes de Enfermedad en Gallinas
Ahora que sabes cómo se ve una gallina saludable, es importante que conozcas los síntomas más comunes de enfermedad que debes buscar en tu parvada. Estos síntomas pueden ayudarte a identificar si estás lidiando con problemas comunes o con una enfermedad grave en tu gallina enferma. Vamos a desglosar los 16 síntomas más comunes que indican que una gallina no se siente bien.
1. Descoloración de la Cresta
Si notas que una gallina tiene la cresta descolorida, es probable que esté enferma. La descoloración de la cresta puede ser un signo de muchas enfermedades diferentes, así que aquí tienes algunas ideas sobre lo que podrías estar enfrentando.
Una cresta pálida podría indicar agotamiento por calor, coryza infecciosa, ácaros, piojos o gusanos. Normalmente, esto se debe a la falta de flujo sanguíneo o a un bajo conteo de glóbulos. Por otro lado, una cresta morada puede ser un signo de falta de oxígeno debido a asfixia, un derrame cerebral, gusanos o potencialmente gripe aviar.
También puede ser solo un indicador de un aumento del flujo sanguíneo, como cuando tu gallo está enojado. Finalmente, una cresta negra podría ser un posible indicador de viruela aviar o congelación.
2. Disminución de la producción de huevos
La disminución en la producción de huevos en las aves adultas puede ser un signo de enfermedad o simplemente una señal de que tu ave está en proceso de muda, envejeciendo o preparándose para el cambio de temporada. Si notas que la producción de huevos de una gallina está bajando, es importante que empieces a observarla más de cerca para detectar otros síntomas que puedan darte pistas sobre lo que está sucediendo.
A menudo, el problema puede ser causado por parásitos internos o externos. Estos pequeños intrusos pueden afectar la salud de tu ave y, como resultado, su capacidad para poner huevos. Así que, si ves que tu gallina está un poco más apagada de lo normal o si su plumaje no se ve tan brillante, podría ser hora de investigar un poco más.
Pero no todo es tan grave. A veces, la razón detrás de la disminución de huevos es mucho más sencilla. Tal vez tus cajas de anidación no están tan limpias como deberían, y tu gallina ha decidido poner sus huevos en otro lugar. Las gallinas son criaturas de hábito, pero también pueden ser un poco exigentes con sus espacios. Así que asegúrate de mantener sus áreas de anidación limpias y cómodas.
3. Pérdida repentina de peso y disminución del apetito
Si notas que tu ave tiene un apetito reducido, lo mejor que puedes hacer es ofrecerle un poco de comida y luego revisar el buche más tarde para ver si sigue vacío. Esto te ayudará a determinar si realmente está comiendo o no. A veces, nuestros amigos emplumados pueden tener días en los que simplemente no tienen ganas de picar algo, pero es crucial prestar atención.
La pérdida de peso y la disminución del apetito pueden ser señales de que algo no está bien en tu parvada, pero, seamos realistas, no siempre podrás identificar la enfermedad solo con estos indicadores. Son como un aviso de que hay un problema, pero necesitarás observar a tus aves enfermas en busca de otros síntomas antes de lanzarte a hacer un diagnóstico.
Por ejemplo, la falta de apetito a menudo viene acompañada de letargo. Si ves que tu gallina no está picoteando como de costumbre y se queda sentada, eso definitivamente es una señal de alerta. Así que sí, si te preocupa tu ave, estate atento. Recuerda que, como todo buen dueño de mascotas, tu rol es ser un observador cuidadoso y asegurarte de que tus aves estén felices y saludables.
4. Letargo
La lethargia en las gallinas es algo que no se debe tomar a la ligera. Si alguna vez has notado que tu gallina está más apagada de lo habitual, es importante prestar atención. La lethargia puede ser un síntoma de muchas enfermedades diferentes, y a veces es solo un aviso de que algo no está bien.
Cuando veas a tu gallina lethargica, lo primero que debes hacer es observar si hay otros síntomas. A veces, puede que solo esté un poco cansada y al día siguiente ya esté como nueva. Pero en otras ocasiones, esta falta de energía puede ser un indicativo de un problema más serio. Así que, si la lethargia persiste, es mejor actuar.
Una solución rápida que algunos dueños de gallinas utilizan es ofrecerles agua con un poco de miel o azúcar. Esto puede ayudar a reponer energía rápidamente gracias a los electrolitos. Muchas veces, esto es todo lo que necesitan para sentirse mejor. Sin embargo, es fundamental recordar que la lethargia generalmente es solo un síntoma de un problema más profundo.
5. Cultivo duro o blando
Cuando hablamos de la salud de nuestras gallinas, uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es el estado del buche. Este es el lugar donde las aves almacenan y procesan su comida antes de que pase al estómago. Si observas que el buche de tu gallina está duro o con bultos, ¡puede que estés ante un caso de buche impactado!
El buche impactado es un problema serio que necesita atención inmediata. Si no se trata, puede afectar la digestión de la gallina y, en consecuencia, su bienestar general. Por eso, es fundamental estar atentos a cualquier síntoma. Las gallinas son animales sensibles, y cualquier malestar puede llevar a complicaciones más serias.
Por otro lado, si sientes que el buche de tu gallina está blando o demasiado pulposo, es un buen indicio de que puede tener un caso de buche agrio. Esto sucede cuando los alimentos fermentan y crean un ambiente poco saludable, afectando la digestión y causando incomodidad.
6. Irregularidad en los ojos
Si ves a una gallina con los ojos semi-cerrados, luciendo cansada, con burbujas o de un color diferente, es hora de prestar atención.
Los ojos cansados pueden ser una señal de que algo no va bien. Podrías estar mirando a una gallina afectada por varias enfermedades. Por ejemplo, las burbujas en los ojos son a menudo una señal de que sufre de bronquitis infecciosa o de infecciones por Mycoplasma Gallisepticum (MG) o Mycoplasma Synoviae (MS). Sin embargo, no todo es tan alarmante; a veces, esos ojos burbujeantes pueden ser simplemente una reacción alérgica al polvo o a la acumulación de amoníaco en el gallinero.
Otro síntoma a tener en cuenta es el iris gris, que frecuentemente se asocia con la enfermedad de Marek. Este tipo de enfermedad puede ser bastante grave, así que es importante estar atento a cualquier cambio en la apariencia de tus gallinas.
Por último, si notas una secreción pegajosa, eso podría ser un indicativo de coryza infecciosa o cólera aviar. También es una señal que puede mostrar la presencia de mucosidad. En resumen, los ojos de una gallina enferma pueden proporcionar pistas valiosas sobre su salud.
7. Rascarse constantemente
Si ves a tus gallinas rascándose constantemente, hay una buena posibilidad de que estés lidiando con un problema de piojos o ácaros. No es solo un rascado común, como cuando necesitan quitarse un poco de suciedad. Cuando tienen parásitos externos, notarás que rascan y sacuden su cabeza mucho más a menudo.
El comportamiento no es normal y es una señal clara de que algo no va bien. Los piojos y ácaros son pequeños, pero pueden causar grandes problemas en la salud de tus aves. Estas pequeñas plagas se alimentan de su sangre y tejido, causando irritación, picazón y, en casos severos, anemia. No solo afectan a las gallinas, también pueden extenderse a otros animales si no se controlan a tiempo.
8. Cojera
Si alguna vez has visto a una gallina cojeando o caminando de lado, es probable que esté lidiando con problemas de salud como la pododermatitis, comúnmente conocida como bumblefoot, o el temido problema de estar «atrapada» con un huevo en su interior.
El bumblefoot es una infección que suele aparecer en las patas, y puede causar que nuestra amiga plumífera se sienta incómoda, lo que se traduce en cojeo. La pobre gallina se siente pesada y frustrada, intentando caminar, pero con un pie que claramente no está en su mejor forma. Es un problema que no debe tomarse a la ligera, ya que puede afectar su bienestar general.
Por otro lado, el problema del «atascamiento» es igual de preocupante. Cuando una gallina no puede poner su huevo, se siente incómoda y puede empezar a caminar de lado, buscando una forma de aliviar su malestar. Esta situación puede ser simplemente una complicación momentánea, pero en ocasiones, puede requerir intervención médica.
9. Escamas en las piernas
La verdad es que a veces lo obvio se nos pasa por alto. ¿Alguna vez has visto a un gallo o gallina con las piernas llenas de escamas rojas e inflamadas? Si es así, lo más probable es que tenga un problema con ácaros en las patas, conocidos como ácaros escamosos. Es uno de esos problemas que, aunque suene raro, es bastante común en nuestras aves.
La buena noticia es que el tratamiento para estos ácaros es bastante similar al de otros problemas de ácaros externos. Primero, necesitas identificar y aislar al pollo afectado para evitar que otros se contagien. Después, puedes usar un tratamiento que incluya aceites o productos específicos diseñados para acabar con estos pequeños parásitos.
La clave es ser persistente. Muchas veces, los ácaros no desaparecen de la noche a la mañana, y es necesario repetir el tratamiento un par de veces para asegurar que el problema se resuelva por completo. Además, darle un ambiente limpio y libre de estrés a tu gallina ayudará a acelerar su recuperación.
10. Heces inconsistente
Si tienes un pequeño rebaño en casa, ya sea de gallinas, patos o incluso cabras, un consejo clave es mantener un ojo en sus heces. Sí, lo sé, suena un poco raro, pero la verdad es que las heces de tus animales pueden contarte mucho sobre su salud.
Cuando las heces son normales, puedes relajarte un poco. Pero si notas algunas inconsistencias, como diarrea o heces de color extraño, es momento de estar alerta. Por ejemplo, si tienen coccidiosis, notarás diarrea acuosa, que puede ser un gran problema. Y si ves materia fecal blanca, eso podría ser un indicio de pullorum, una enfermedad que no puedes ignorar.
Otro problema a tener en cuenta es la enfermedad de Newcastle, que también se puede manifestar con diarrea.
11. Trasero pastoso
El cuidado de las aves siempre trae sorpresas, y no siempre son buenas. Si te encuentras con pollitos jóvenes que tienen el trasero obstruido, probablemente estés tratando con el famoso «trasero pastoso». Pero si esto ocurre en aves adultas, el problema cambia de nombre y se denomina cloacitis.
La verdad es que tratar con estas situaciones no es la parte más divertida de tener aves, pero es algo que debemos saber manejar. El trasero pastoso es común en los pollitos, especialmente si están estresados o no están recibiendo la alimentación adecuada. Cuando estos pequeños sufren de este problema, puede ser preocupante, ya que puede afectar su salud y bienestar.
Por otro lado, la cloacitis, que afecta a las aves adultas, puede ser un poco más seria. Este problema puede derivar de una mala higiene o infecciones, y los síntomas incluyen enrojecimiento, inflamación y, por supuesto, problemas con el excremento. Es fundamental no ignorarlo, ya que puede llevar a complicaciones más graves si no se trata a tiempo.
Entonces, ¿qué hacer si te topas con estas situaciones? Puedes intentar limpiar el área afectada con agua tibia y secarlos bien. Asegúrate de que tengan un ambiente limpio y un buen acceso a comida y agua.
12. Huevos deformados
Los huevos deformados son algo que puede suceder de vez en cuando y, en general, no hay de qué preocuparse. Sin embargo, si te das cuenta de que tu gallina está poniendo huevos irregulares de forma frecuente, eso puede ser una señal de que algo no va bien en su salud.
Cuando ves huevos con formas raras, o incluso huevos sin cáscara, es importante prestar atención, porque podría ser un síntoma de problemas de salud en tus aves. Algunas de las condiciones que podrían estar causando esto incluyen la bronquitis infecciosa, que afecta la respiración de las gallinas y, a la larga, su capacidad para poner huevos normales. También está el síndrome de caída de huevos, que, como su nombre indica, implica que las gallinas pueden dejar de poner o alterar su producción.
Otro problema a tener en cuenta es la influenza aviar, que puede ser bastante grave y afectar no solo la forma de los huevos, sino la salud general de las aves. Además, un déficit en calcio y otros nutrientes esenciales puede provocar que los huevos salgan deformes, así que asegúrate de que tus gallinas tengan una dieta equilibrada. Y, aunque es menos común, también existe la posibilidad de que tus aves sufran de cáncer aviar, lo que puede alterar su funcionamiento normal.
13. Dificultad para respirar
Cuando ves gallinas que tienen problemas para respirar, es fácil entrar en pánico. Después de todo, ¿a quién le gusta ver a sus mascotas sufrir? Pero antes de asumir lo peor, es crucial recordar que hay varias razones por las que podrían estar pasándola mal. Podrían estar lidiando con enfermedades respiratorias como la coryza infecciosa, la bronquitis infecciosa, la enfermedad del saco aéreo, el cultivo ácido, la Mycoplasma o incluso la enfermedad de Newcastle. ¡Vaya! Suena muy complicado, ¿verdad?
Pero espera, a veces, el problema podría ser tan simple como que una de ellas haya tragado un palito o un objeto extraño que le está bloqueando las vías respiratorias.
Así que, si notas que tus pollos están respirando con dificultad, lo mejor es investigar un poco antes de hacer un diagnóstico. Observa con atención, revisa si hay algo atascado y luego, si es necesario, consulta a un veterinario. No todas las dificultades respiratorias son motivo de alarma, así que mantén la calma y actúa con sensatez.
14. Plumas faltantes
Las gallinas que tienen manchas calvas o parches de plumas faltantes suelen estar afectados por piojos y/o ácaros. A veces, estas manchas pueden ser señal de que el ave está siendo intimidada por otras en el gallinero, así que es buena idea vigilar su comportamiento. También podría ser simplemente que tienen «rasguño de gallo», es decir, el gallo tiene sus gallinas favoritas y desgasta las plumas de su cabeza durante el apareamiento.
Los parásitos externos no solo provocan áreas calvas, sino que también hacen que las plumas estén desgastadas y desaliñadas. De todos los síntomas de enfermedad en las gallinas, los problemas con las plumas son, de lejos, lo más común que se observa primero.
15. Manchas y lesiones
Los puntos blancos en la boca y en el buche de una gallina son una señal de candidiasis. Si es eso, probablemente te darás cuenta de que hay un olor desagradable rondando.
Por otro lado, las lesiones en la boca y en la piel de los pollos pueden ser un indicativo de la viruela aviar, una infección viral bastante contagiosa. La buena noticia es que una vez que tus gallinas contraen la viruela, se vuelven inmunes de por vida. ¡Eso sí que es un alivio!
Hay dos tipos de viruela aviar: seca y húmeda. La viruela húmeda es mucho más contagiosa y severa que la seca, así que ten mucho cuidado. Esta enfermedad a menudo se propaga por los mosquitos, que pican a tus aves y transmiten el virus.
16. Parálisis
La parálisis es un síntoma serio que no se puede pasar por alto cuando se trata de la salud de nuestras gallinas. Si notas que alguna de ellas no puede mover sus patas o alas, eso podría apuntar a una enfermedad llamada Marek. Esta enfermedad es bastante común y puede ser devastadora, así que hay que estar atentos.
Sin embargo, la parálisis no siempre significa Marek. Si una gallina presenta parálisis en las patas, alas e incluso en el cuello, podemos estar hablando de botulismo o toxicidad por moho. Esto sucede cuando las gallinas ingieren alimentos en descomposición o contaminados, y las consecuencias pueden ser graves si no se actúa rápidamente.
Y tú? Alguna vez has tratado una gallina enferma? Nos encantaria oir tus experiencias en la sección de comentarios.