¿Quieres criar gallinas? No te pueden faltar estos 12 elementos

¡Criar gallinas es una experiencia increíble! Además de ser una excelente forma de obtener huevos frescos y de calidad, tener un grupo de estas simpáticas aves en tu jardín o en tu huerta te conectará con la naturaleza, te enseñará sobre responsabilidad y, sorprendentemente, ¡hasta puede resultar relajante!

Ahora, si estás pensando en embarcarte en esta aventura y convertirte en un auténtico “papá” o “mamá” de gallinas, hay algunas cosas que necesitas saber. Cuidar gallinas no es solo construir un gallinero y esperar que lleguen los huevos mágicamente.

Para asegurarte de que tus gallinas estén sanas, felices y que produzcan buena cosecha de huevos, estos 12 elementos no pueden faltar en tu lista de preparativos. ¡Prepárate para tomar nota.

1. Un gallinero seguro y confiable

El gallinero es, literalmente, el hogar de tus gallinas. Es el lugar donde dormirán, pondrán sus huevos y se refugiarán del mal tiempo o de posibles depredadores. Por lo tanto, tu primera tarea al criar gallinas es construir o comprar un gallinero que sea seguro, cómodo y funcional.

¿A qué me refiero con «seguro»? Bueno, debes asegurarte de que no haya rendijas por donde se puedan colar animales como ratas, comadrejas o zorros (si vives en zonas rurales). Estos depredadores, por pequeños que sean, pueden causar mucho daño. Además, es importante que el gallinero esté levantado del suelo, para evitar la acumulación de humedad o la entrada de insectos no deseados.

En cuanto a la comodidad, debes considerar el tamaño. Cada gallina necesita espacio suficiente para moverse libremente dentro del gallinero, o de lo contrario, ¡tendrás aves estresadas y malhumoradas! También es recomendable contar con cajas nido donde podrán poner sus huevos en privacidad. No olvides incluir un buen sistema de ventilación, porque aunque las gallinas son animales resistentes, también necesitan aire fresco para mantenerse saludables.

Si eres del tipo «manitas», puedes diseñar y construir un gallinero tú mismo. Pero si no tienes tanto tiempo o habilidades de carpintería, no te preocupes: en el mercado hay opciones prearmadas que pueden ajustarse a tus necesidades. Eso sí, invierte bien en este punto, porque un gallinero de mala calidad solo te traerá problemas en el futuro.

2. Una malla protectora

Este es uno de los elementos claves para criar gallinas de manera exitosa, y muchas veces puede pasar desapercibido. Una buena malla protectora es fundamental para garantizar que tus gallinas estén resguardadas cuando salgan al aire libre. No querrás que un gato, perro o incluso un pájaro predador (como un halcón) ataque a tus aves mientras están disfrutando de su paseo matutino, ¿verdad?

Además, la malla no solo sirve para protegerlas de amenazas externas, sino también para evitar que las gallinas se escapen. Quizás no lo sepas, pero las gallinas son bastante curiosas, y si encuentran una salida abierta, no dudarán en explorar más allá de los límites de tu terreno. Una vez que se escapan, ¡es increíble lo difícil que pueden ser de atrapar!

Lo ideal es rodear la zona donde estarán al aire libre con una malla resistente y de buena altura. Si estás en un área rural donde hay aves rapaces, considera también colocar una malla en la parte superior; de lo contrario, podrías llevarte un muy mal rato. La idea, en general, es que tus gallinas puedan disfrutar de un espacio amplio y seguro, sin que tú te preocupes por posibles accidentes o fugas.

3. Agua fresca y limpia

Ahora hablemos de algo tan básico como la hidratación. Puede sonar obvio, pero muchas veces se subestima lo importante que es ofrecer agua fresca y limpia a tus gallinas. Al igual que con cualquier ser vivo, el agua es esencial para su salud y bienestar. En términos simples, si tus gallinas no tienen acceso constante a agua limpia, podrían enfermarse rápidamente o incluso disminuir su producción de huevos.

Para evitar problemas, utiliza bebederos diseñados específicamente para aves. Estos son ideales porque minimizan el desperdicio de agua y también reducen el riesgo de contaminación. ¿Por qué es importante? Bueno, las gallinas a veces tienen la costumbre de tirar cosas al agua, como pedacitos de comida o tierra, lo que puede convertir el bebedero en un criadero de bacterias si no lo limpias a diario.

Durante el verano, presta especial atención a mantener el agua fresca. Si hace mucho calor, el agua puede calentarse rápidamente, y a ninguna gallina le gusta beber agua que parece sopa tibia. Considera cambiarla varias veces al día en climas muy cálidos. En invierno, por otro lado, asegúrate de que el agua no se congele. Si vives en un lugar donde las temperaturas bajan mucho, puedes comprar bebederos con sistemas de calefacción para mantener el agua en estado líquido.

4. Alimentación balanceada

Probablemente ya sabes que las gallinas son omnívoras (sí, comen de todo), pero eso no significa que cualquier cosa que encuentres en tu cocina sea ideal para ellas. Si quieres que tus aves estén saludables y produzcan huevos de calidad, debes asegurarte de ofrecerles una dieta equilibrada y adecuada.

En las tiendas especializadas encontrarás alimento balanceado formulado específicamente para gallinas ponedoras. Este tipo de comida viene enriquecido con los nutrientes básicos que tus aves necesitan para mantenerse energéticas y producir huevos con una buena cáscara y un rico sabor. Además, puedes complementar su dieta con verduras frescas, restos de frutas (pero nada ácido como cítricos) y, de vez en cuando, algo de proteína extra, como gusanos o insectos secos.

Eso sí, ten cuidado con darles comida que podría hacerles daño. Evita alimentos salados, fritos, azucarados o con moho. También es recomendable añadir una fuente de calcio, como cáscaras de huevo trituradas (limpias y secas), para fortalecer sus cáscaras de huevo y prevenir problemas de salud.

Recuerda que unas gallinas mal alimentadas no solo serán más propensas a enfermarse, sino que también producirán menos huevos. Así que no escatimes en su dieta. Piensa que cuanto mejor las alimentes, mejores serán los resultados.

5. Una caja nido para los huevos

Si piensas criar gallinas, uno de tus principales objetivos probablemente sea recolectar huevos. Pero aquí está el detalle: las gallinas necesitan un lugar cómodo y seguro para ponerlos. No podemos simplemente esperar que «hagan su trabajo» en cualquier rincón del gallinero o en el suelo. Aquí es donde entra la importancia de la caja nido.

Una caja nido es, básicamente, el lugar designado para que tus gallinas pongan sus huevos. Pero no se trata de cualquier caja. Lo ideal es que sea acogedora, del tamaño adecuado para que la gallina se sienta segura, y esté ubicada en un lugar tranquilo y sombreado. Puedes comprar cajas nido prefabricadas, pero también puedes improvisar con materiales que tengas en casa, como cajas de madera o incluso cubos de plástico grandes, siempre y cuando sean cómodos y funcionales.

Ahora, ojo: no solo se trata de poner una caja y ya. Asegúrate de colocar material suave dentro, como paja, viruta de madera o heno, para que los huevos estén protegidos y las gallinas se sientan como si estuvieran en un pequeño spa. Si cuidas este detalle, evitarás que quieran poner los huevos en lugar del suelo, donde podrían romperse o ensuciarse. Y créeme, no hay nada peor que encontrar un huevo destrozado en el gallinero, ¡un desperdicio total de energía tanto para ti como para tu gallina!

Además, para que estén más cómodas, lo ideal es ofrecer una caja nido para cada 3 o 4 gallinas. Esto ayudará a reducir la competencia y evitará que se estresen.

6. Suplementos de calcio

Cuando pensamos en cuidar gallinas, solemos concentrarnos en su alimentación básica: grano, maíz y restos de comida que usualmente consumen. Pero hay algo que muchas veces pasa desapercibido… ¡el calcio! Sí, ese mismo mineral que fortalece nuestros huesos es imprescindible para que tus gallinas produzcan cáscaras de huevo resistentes.

¿Qué pasa si no reciben suficiente calcio? Bueno, las cáscaras de los huevos pueden volverse delgadas y frágiles, al punto de que puedes terminar con huevos rotos antes de siquiera recogerlos. Además, la falta de calcio puede afectar la salud general de las aves, ya que ellas sacrifican parte del calcio de sus propios huesos para poder formar las cáscaras.

Los suplementos de calcio son súper fáciles de conseguir. Puedes comprarlos en tiendas especializadas o darles algo tan natural como cáscaras de huevo trituradas (bien limpias, eso sí, o corres el riesgo de que se coman sus propios huevos). Otro suplemento ideal es la harina de conchas de ostras. Lo importante es que tengas siempre una fuente de calcio disponible para ellas, ya sea mezclada con el alimento o en un recipiente aparte para que consuman según lo necesiten.

7. Material para el suelo del gallinero

El suelo del gallinero… parece un detalle menor, ¿verdad? ¡Pues no lo es! Es uno de esos elementos que, si no manejas correctamente, puede convertirse en un problema. Nadie quiere que sus gallinas vivan en un entorno sucio y maloliente, ni mucho menos que estén expuestas a enfermedades. Por eso, elegir un buen material para el suelo del gallinero es crucial.

El propósito principal del material del suelo es absorber humedad, mantener la limpieza y proporcionarles un área cómoda para caminar. ¿Las opciones más comunes? Virutas de madera (no tratadas químicamente), paja, heno, hojas secas o incluso arena. Cada material tiene sus ventajas. Por ejemplo, la arena seca es fácil de limpiar y permite que la gallinita rasque y excave, lo que reduce el estrés. Por otro lado, la paja es cálida y suave, pero requiere cambiarse con regularidad.

Sea cual sea el material que elijas, lo esencial es mantenerlo limpio. Las gallinas son adorables, pero no son las criaturas más limpias del mundo, y el suelo del gallinero puede llenarse rápidamente de excrementos y humedad. Ten un horario de limpieza regular para evitar la acumulación de olores y bacterias. No te preocupes si al principio parece mucho trabajo. Con el tiempo, encontrarás un ritmo que funcione para ti y para ellas.

8. Perchas para dormir

Si nunca has criado gallinas, quizá no sabías que las perchas son un elemento esencial para su bienestar. Las gallinas, al igual que sus parientes los pájaros, prefieren dormir en lo alto. Es un comportamiento instintivo que las hace sentirse a salvo de depredadores y les permite dormir cómodas.

Las perchas pueden ser tan simples o elaboradas como quieras. Básicamente, se trata de barras o palos colocados a cierta altura dentro del gallinero donde las gallinas puedan posarse mientras descansan por la noche. Lo importante es que sean lo suficientemente amplias para que toda la pata de la gallina descanse cómodamente, sin sobrecargar los dedos.

Asegúrate de que las perchas estén hechas de madera o algún material que no sea resbaloso, y evita ponerlas muy altas para no forzarlas a saltar demasiado (sobre todo si tienes razas más pesadas, como las orpingtons). Como referencia, unos 30 a 60 centímetros del suelo es una altura ideal.

Este simple detalle mejora enormemente su calidad de vida, previene problemas en las patas y les da un espacio único que les pertenece dentro del gallinero. Por cierto, si tienes suficiente espacio, coloca varias perchas para que cada gallina encuentre su lugar favorito. Es adorable ver cómo tienen sus preferencias y a veces incluso «pelean» por el mejor sitio.

9. Baños de polvo

Cuando piensas en mantener limpias a tus gallinas, probablemente imaginas que necesitan alguna especie de bañera o incluso que tienes que mojarlas para ayudarles con la higiene. Pero sorpresa: ¡las gallinas no se bañan como nosotros! Ellas tienen una técnica milenaria y natural para mantenerse limpias, y esta consiste en los baños de polvo. Sí, así como lo oyes. A las gallinas les encanta revolcarse en mezcla de tierra, arena fina o ceniza. Este ritual no es simplemente porque les guste, aunque seguro lo disfrutan, sino porque es su estrategia natural para mantener a raya parásitos como ácaros o piojos. Es como si tuvieran su propio spa privado en el que no solo cuidan de su bienestar físico, sino que también se dan un respiro del estrés.

Para ofrecerles el baño que necesitan, lo ideal es prepararles un área especialmente destinada a esto. Puede ser un cajón grande o una zona bajo sombra en tu patio o gallinero, lleno de arena seca o tierra suelta. Algunas personas incluso mezclan un poco de ceniza de madera (ojo, que no tenga restos químicos ni carbones tratados), ya que ayuda a repeler insectos.

¿El resultado? Gallinas felices, limpias y listas para cantarte por la mañana. Confía en mí, si no les proporcionas este espacio, ellas lo improvisarán por su cuenta. Y créeme, no querrás que escarben tu jardín favorito para hacerlo.

10. Iluminación para los días más cortos

Ahora, hablemos de los días más cortos del año. Sí, esos meses de otoño e invierno en los que el sol se ve menos tiempo del usual. Si llevas tiempo pensando en criar gallinas, probablemente ya sepas que su producción de huevos está directamente relacionada con la cantidad de luz que reciben. En general, necesitan alrededor de 12-14 horas de luz diarias para mantener su ciclo de postura. Entonces, si vives en una región donde el invierno tiende a ser oscuro y frío, las gallinas podrían tomarse unas merecidas “vacaciones” y reducir la cantidad de huevos que ponen.

Aquí es donde entra en juego la iluminación artificial. No es algo obligatorio, pero si te interesa que sigan poniendo huevos durante esas temporadas más apagadas, podrías colocar una lámpara en el gallinero. Una bombilla LED suave, con un temporizador que la encienda en las primeras horas de la mañana, puede simular la luz solar y engañar un poco a tu adorable bandada.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que exigirles demasiada productividad podría cansarlas en exceso, ya que también necesitan su descanso natural. Así que esto es completamente opcional. Si decides hacerlo, asegúrate de que lo hagas de manera equilibrada, para no afectar su bienestar.

11. Un botiquín básico

Tal como las personas, las gallinas también pueden enfermarse de vez en cuando o sufrir pequeños accidentes. Aunque no necesitas un kit médico súper avanzado, es útil tener siempre a mano un botiquín básico para atender cualquier emergencia menor. Aquí te doy una idea de lo que puedes incluir:

  • Betadine o yodo para limpiar heridas.
  • Vendajes o gasas para cubrir lesiones menores.
  • Antiséptico en spray o gel.
  • Un desparasitante específico para aves, tanto interno como externo (consulta en tiendas o con un veterinario).
  • Un par de guantes para manipular a tus gallinas si están heridas.
  • Vitaminas o suplementos minerales para reforzar su salud en épocas de estrés o muda de plumas.
  • Jeringas pequeñas sin aguja, útiles para administrar líquidos en caso de deshidratación o medicinas.

Por supuesto, si te enfrentas a un problema mayor, lo ideal es contactar con un veterinario especialista en aves. Sin embargo, un botiquín bien organizado te puede salvar de muchos apuros y ayudarte a responder rápidamente en caso de imprevistos. Además, si les prestas atención a diario, podrás identificar fácilmente cambios en su comportamiento, lo que te permitirá intervenir antes de que un problema se complique.

12. Amor, paciencia y dedicación

Este punto parece muy obvio, pero es el más importante de todos. Criar gallinas no se trata solo de darles de comer y recoger huevos, sino de cuidar seres vivos que dependen de ti. Tener gallinas implica prestarles atención diaria, asegurarse de que estén cómodas, protegidas del clima y de posibles depredadores, y que tengan una vida saludable y feliz. Y aunque puede ser un proceso muy gratificante, también es probable que te encuentres con desafíos en el camino.

Algunas gallinas pueden ser más temperamentales que otras, quizá descubras que una de ellas tiene talento para meterse en problemas, o puede que alguna pase por un periodo difícil debido a enfermedades o a la muda. En estas situaciones, necesitarás paciencia para comprender sus comportamientos y amor para seguir cuidándolas a pesar de las dificultades.

Lo bonito de todo esto es que, al final, criar gallinas no solo se convierte en una tarea más, sino en una experiencia que puede cambiar tu manera de conectar con la naturaleza. Verlas pasear libremente, observar cómo interactúan entre ellas, escuchar sus cacareos y disfrutar de los frutos de su trabajo es algo que no tiene precio. Además, si tienes niños en casa, criar gallinas puede ser una excelente oportunidad para enseñarles valiosas lecciones sobre responsabilidad y respeto por los animales.

Pensamientos finales

Criar gallinas puede ser una experiencia gratificante, pero como con cualquier otra responsabilidad, requiere tiempo, esfuerzo y una buena dosis de planificación. Un gallinero bien hecho, una malla protectora, agua limpia y una alimentación balanceada son los cuatro pilares básicos que no puedes ignorar si quieres que tus gallinas estén felices y saludables.

Si ya tienes estos cuatro elementos en mente, entonces estás más que listo para embarcarte en esta aventura. Tus gallinas no solo te lo agradecerán con montones de huevos frescos, sino también con su alegría y energía en tu patio. ¡Así que adelante! Es hora de construir ese gallinero de ensueño y comenzar a disfrutar de todo lo bueno que estas simpáticas aves tienen para ofrecer.

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