7 aves (además de las gallinas) que vale la pena criar

Tabla de contenido

Desde 2016, he estado criando aves de corral y, a lo largo de los años, he criado diferentes tipos de aves. Algunas de estas experiencias han sido muy exitosas, mientras que otras no tanto. Al elegir el tipo de ave de corral para criar, es crucial considerar la producción de huevos, ya que no todas las especies tienen el mismo rendimiento.

Por ejemplo, muchas personas piensan que un ganso es similar a un pato. Si bien es cierto que comparten ciertas características, en términos de puesta de huevos, la diferencia es significativa. Un ganso produce aproximadamente entre 30 y 50 huevos al año, mientras que un pato puede llegar a poner hasta 300. Esta diferencia es importante, especialmente si se crían aves para el consumo de huevos.

Sin embargo, si el objetivo es incubar esos huevos y vender los pollitos, los gansos suelen tener un precio más alto que los patitos. Por lo tanto, el ganso podría ser una mejor opción económica en función del mercado.

Tipos de aves de corral para criar además de las gallinas

Si bien los pollos son la opción más común para la cría de aves de corral, existen otras alternativas que pueden ser igualmente gratificantes. Aquí presento algunas de mis aves favoritas para criar, junto con su rendimiento en la puesta de huevos y otros pros y contras que he experimentado.

1. Gallina de Guinea

Las gallinas de Guinea son aves fascinantes que merecen un lugar especial en cualquier entorno rural o granja. Sin embargo, antes de decidirse a criarlas, es importante considerar algunas de sus características distintivas. En primer lugar, estas aves son bastante ruidosas, por lo que si valoras la tranquilidad, quizás deberías pensar dos veces antes de introducir a estas curiosas aves en tu vida.

Las Gallinas de Guinea, a diferencia de las gallinas, no ponen huevos durante todo el año. Su pico de producción ocurre en las estaciones cálidas, comenzando en primavera y extendiéndose hasta el otoño. Durante el invierno, no hay actividad de puesta de huevos, independientemente de las condiciones que se les proporcionen. Esto significa que aquellos que buscan una fuente constante de huevos tendrán que buscar alternativas durante los meses fríos. Otro desafío al mantener Gallinas de Guinea es su hábito de esconder los huevos. Si las dejas deambular libremente, puede resultar complicado recolectar todos los huevos, ya que se ocultan en los lugares más insospechados, a menudo en el entorno forestal.

Las Gallinas de Guinea ponen huevos que son ligeramente más pequeños que los huevos de gallina común y poseen una cáscara extremadamente dura. Esta característica les permite proteger sus huevos en los nidos que crean en el bosque. En promedio, una gallina de Guinea puede poner entre 100 y 150 huevos al año, aunque esto puede variar dependiendo de la ubicación geográfica. Por ejemplo, las gallinas de Guinea en estados del sur, donde el clima es más cálido, comienzan a poner antes que aquellas en regiones más frías del norte.

Además de ser una interesante adición al hogar, muchas personas crían Gallinas de Guinea por su capacidad para controlar plagas. Su naturaleza ruidosa también las convierte en un eficaz sistema de alarma, ya que son muy vigilantes y avisan sobre cualquier perturbación en su entorno. Así, no solo aportan valor a la granja por la producción de huevos, sino que también ayudan en la gestión de insectos y actúan como guardianes de la propiedad.

2. Patos

Los patos son una excelente opción para la producción de huevos, ya que muchas razas ponen durante el invierno. Y cuando digo invierno, no me refiero a que produzcan uno o dos huevos aquí y allá, sino que se puede esperar una producción completa durante toda la temporada invernal. Por ejemplo, los patos Khaki Campbell pueden llegar a poner alrededor de 300 huevos al año. Esta raza es resistente al frío, lo que les permite prosperar incluso en inviernos nevados. Otras razas pueden poner menos huevos, con un promedio que ronda los 200 por año.

Sin embargo, no se pueden mantener patos sin una fuente de agua; por lo tanto, es necesario proporcionarles un recipiente de agua profundo y algo donde puedan chapotear. Hay personas que intentan mantenerlos sin una piscina o estanque, pero no solo necesitan sumergir sus picos para comer adecuadamente, sino que además serán mucho más felices si pueden nadar. Debido a la necesidad de agua, los patos requieren un poco más de trabajo que las aves no acuáticas y, además, son un poco más desordenados. Sin embargo, se desempeñan mucho mejor en climas lluviosos, por lo que si vives en una zona donde llueve con frecuencia, criar patos podría ser una mejor opción que criar gallinas. También existen adorables patos en miniatura llamados patos de llamada, aunque, por supuesto, los patos pequeños ponen huevos pequeños.

3. Gansos

A menudo, los gansos tienen una mala reputación por ser agresivos, pero si son criados desde gansitos, crean un vínculo con sus cuidadores y se convierten en animales cariñosos y devotos. No es raro ver a un ganso correr emocionado para saludar a su cuidador, llegando incluso a seguirlo y frotar su cabeza y cuello contra sus piernas, de la misma manera que lo haría un gato.

Cuando son criados en un grupo mixto, esta devoción se extiende a las otras aves que los rodean. Los gansos son excelentes protectores del ganado, y no solo se enfrentarán a un perro del vecindario, sino que también intervendrán para romper peleas entre las otras aves a su cargo. Esta característica los convierte en compañeros valiosos para quienes crían aves de corral, ya que su instinto protector puede ayudar a mantener a salvo a las aves más pequeñas de depredadores.

Es importante tener en cuenta que los gansos han sido criados como aves de alarma, lo cual es genial si vives en una zona rural con pocas visitas o tráfico. Sin embargo, en un entorno urbano, se asegurarán de informarte cada vez que pase un coche, lo que puede llevarte a ti (y a tus vecinos) a planificar la cena de Navidad mucho antes de lo esperado. Su vocalización puede ser ruidosa y persistente, lo que puede resultar molesto para quienes no están acostumbrados a su naturaleza alerta.

4. Codornices

Las codornices son una excelente alternativa a las aves de corral tradicionales, especialmente para aquellos que no disponen de mucho espacio. Estos pequeños pájaros, pertenecientes a la familia de los faisánidos, son ideales para la cría en ambientes urbanos o rurales con limitaciones de espacio. Su tamaño compacto permite que muchas personas las mantengan incluso dentro de un gallinero o un pequeño cobertizo dentro de la casa.

Una de las características más destacadas de las codornices es su capacidad de producción. Estas aves pueden poner alrededor de 300 huevos al año. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los huevos de codorniz son significativamente más pequeños que los de gallina; se necesitan entre 4 y 5 huevos de codorniz para igualar el tamaño de un solo huevo de gallina. A pesar de su diminuto tamaño, los huevos de codorniz son considerados un manjar en muchas culturas por su sabor y valor nutricional.

En cuanto a su hábitat, las codornices pueden mantenerse en jaulas pequeñas, pero debido a su naturaleza activa y su habilidad para volar, prefieren un espacio en el que puedan moverse más libremente. Se recomienda construir un corral de vuelo de al menos seis o siete pies de altura, que contenga su cooperativa o refugio. Muchos criadores optan por mantener a las codornices junto a gallinas, pero es crucial asegurarse de que tengan suficiente espacio para alejarse de las gallinas y contar con sus propias áreas de alimentación y agua. Como se consideran aves de caza, las codornices requieren una dieta con un mayor contenido de proteínas para mantenerse saludables y productivas.

A pesar de sus muchas ventajas, es importante tener en cuenta la longevidad de las codornices. Su esperanza de vida máxima es de aproximadamente cinco años, lo que puede ser un aspecto desfavorable para algunos criadores. Sin embargo, su rápido ciclo de vida puede verse como una ventaja; comienzan a poner huevos tan pronto como a los dos meses de edad, lo que significa que su producción de huevos alcanza rápidamente su punto máximo. Esto puede ser beneficioso para aquellos que buscan aprovechar al máximo el tiempo de cría.

Dentro de las especies de codornices, las codornices botón son aún más pequeñas que las codornices estándar (Coturnix coturnix). Estas aves son populares entre los criadores de aves ornamentales y como mascotas, debido a su pequeño tamaño y temperamento generalmente dócil.

5. Pavos

Si buscas añadir carne a tu mesa, el pavo es una de las mejores opciones disponibles. Este ave proporciona carne sabrosa y magra que crece rápidamente. Además, muchas razas autóctonas de pavo son especialmente eficientes cuando se trata de forrajear por su cuenta, obteniendo así una parte significativa de su alimentación del entorno. Este comportamiento no solo les permite desarrollarse en un ambiente más natural, sino que también contribuye a un sistema alimentario más sostenible para los criadores.

Uno de los beneficios más destacados de criar pavos es la eficiencia en el procesamiento. Curiosamente, el tiempo que se necesita para procesar y desplumar a mano un pollo de 5 libras es casi el mismo que se requiere para un pavo de 25 libras. Esto significa que, en términos de eficiencia, criar pavos puede ser una manera más productiva de llenar el congelador de carne. La mayor cantidad de carne que se obtiene de un solo pavo puede resultar en un mejor aprovechamiento del tiempo y los recursos.

Aunque los pavos no ponen tantos huevos como las gallinas —en general, se pueden esperar entre 80 y 100 huevos al año de un pavo hembra si se recolectan y no se dejan incubar—, la calidad y el sabor de los huevos de pavo son notoriamente superiores. Se dice que el huevo de pavo es el más sabroso que se puede encontrar, lo que lo convierte en un atractivo adicional para aquellos que buscan diversificar su producción avícola.

6. Emús

Entre las aves de corral menos convencionales, los emús se destacan por su tamaño y requerimientos específicos. Originarios de Australia, estos grandes avestruces son conocidos por su capacidad de adaptarse a una variedad de condiciones climáticas, pero su crianza puede resultar compleja. Los emús alcanzan una altura de hasta seis pies y pueden pesar hasta 75 libras, lo que los convierte en aves imponentes. Esta característica física, aunque impresionante, puede ser una desventaja para aquellos que buscan una experiencia de cría más accesible y manejable.

Uno de los principales desafíos asociados con la cría de emús es su necesidad de espacio. A diferencia de las gallinas o los patos, que pueden ser criados en áreas más pequeñas, los emús requieren amplios recintos donde puedan moverse con libertad y ejercer su comportamiento natural. Sin suficiente espacio, estos animales pueden volverse agresivos y desarrollar comportamientos indeseables, lo que puede crear problemas tanto para el criador como para los vecinos.

Además, los emús suelen ser menos sociables que otras aves de corral. Si no son criados desde polluelos, pueden ser más reacios a interactuar con los humanos, llevando a situaciones en las que el dueño se enfrenta a un ave que no solo es física y visualmente imponente, sino también poco amigable. Esto puede ser intimidante y desalentador para los criadores inexpertos que inicialmente esperaban tener un compañerismo más cercano con sus animales.

Por otro lado, es importante reconocer que, a pesar de los desafíos asociados con la cría de emús, hay recompensas. Estas aves pueden ser una fuente única de ingresos, ya que sus productos, como aceite y carne, son demandados en ciertas industrias. Además, los emús tienen un impacto ecológico positivo en sus hábitats, ayudando a mantener el equilibrio de los ecosistemas al dispersar semillas.

7. Pavos reales

Los pavos reales, con su espléndido plumaje y su distintiva apariencia, son aves que despiertan admiración y asombro. A menudo considerados símbolos de belleza y elegancia, estos animales no solo son llamativos por su colorido plumaje, sino también por su notable comportamiento y particularidades. Sin embargo, para quienes deseen criarlos, es fundamental tener en cuenta no solo su atractivo estético, sino también las necesidades y desafíos que conllevan.

Una de las características más notables de los pavos reales es el espacio que requieren. Su plumaje ornamentado no solo es un espectáculo para la vista, sino que también demanda una cierta amplitud de terreno para lucirse y desplegarse. La falta de espacio puede resultar en un estrés para el ave, lo que afectaría tanto su bienestar como su salud. Por lo tanto, los criadores deben asegurarse de contar con áreas suficientemente grandes donde los pavos reales puedan moverse con comodidad, exhibir su cola y socializar con otros individuos.

Además de su necesidad de espacio, los pavos reales son bien conocidos por su ruidoso canto. Muchos criadores informan que estas aves son, de hecho, las más ruidosas que se pueden domesticar, incluso superando en volumen a otras aves como las gallinas de guinea. Este cantar característico, que puede considerarse música para algunos, puede ser una fuente de molestias para quienes viven cerca de ellos. Por esta razón, es importante que los futuros criadores consideren el entorno en el que planean mantener a estos animales, ya que el ruido puede ser un factor serio que afecte las relaciones con los vecinos o el bienestar de otros animales en el área.

A lo largo de los años, he criado diferentes tipos de aves de corral, y mis favoritas siempre han sido los patos y los pollos. La ventaja de estas especies es que pueden coexistir en el mismo entorno, lo que facilita su manejo. Comparten necesidades básicas similares en cuanto a refugio y alimentación, lo que permite una mayor flexibilidad en la organización de los corrales. Esta combinación de aves ha funcionado muy bien para nosotros a lo largo del tiempo.

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