El pato mandarín, tambien conocido como yuan-yang por los chinos, es considerado una de las aves más hermosas de nuestro planeta. Esto se debe a su impresionante apariencia, que se compone de una variedad de plumas de colores que no podrás dejar de admirar.
Esta especie no solo destaca por sus plumas llamativas, sino que tambien es considerado un símbolo espiritual, aparecen a menudo en el arte oriental y se consideran símbolos de fidelidad y afecto conyugales, hay mucho que saber sobre el pato mandarín. A continuación mostramos algunos de los datos más interesantes sobre esta colorida criatura.
Características
El pato mandarín macho tiene una apariencia muy llamativa e inconfundible, con un pico rojo, una gran media luna blanca sobre el ojo y una cara rojiza muy hermosa. Su pecho es morado con barras blancas verticales dobles y sus flancos son rojos y tienen dos velas anaranjadas en la parte trasera.
Las hembras son de color gris en la mayor parte del cuerpo con manchas blancas en la parte inferior y alrededor del ojo. El pico es rosa. Las hembras también tienen una cabeza más pequeña.
De la misma forma que otras especies de patos, el mandarín macho muda después de la temporada de apareamiento mostrando un colorido plumaje eclipse. Durante la muda, el macho se ve de forma muy similar a la hembra, pero son fácilmente identificables por su pico rojo brillante y la franja ocular menos pronunciada.
Hábitat y estilo de vida
Los patos mandarines prefieren habitar lagos o estanques más pequeños con ramas colgantes y follaje, pero también utilizan bahías y pantanos costeros que se encuentran dentro de áreas boscosas durante los meses de invierno.
El pato mandarín busca su comida dentro y fuera del agua. Pueden alimentarse chapoteando o caminando por tierra. Se pueden alimentar en la orilla del agua o mientras nadan. Se alimentan principalmente cerca del amanecer o del anochecer, posándose en los árboles o en el suelo durante el día.
El pato mandarín se reúne en bandadas, a veces de más de 60 aves. Son voladores ágiles, con aleteos fuertes y rápidos, y pueden elevarse abruptamente desde la superficie del agua o aterrizar en el aire. El macho emite un silbido nasal y un gruñido, mientras que la hembra emite un suave llamado.
Dieta y nutrición
Al pato mandarín le encantan los frutos de las hayas, pero la dieta de esta ave es variada, alimentándose de diferentes especies de plantas acuáticas y terrestres, así como de semillas y frutos secos. Todo depende de la temporada; en otoño e invierno suele alimentarse de diversos cereales y bellotas. En primavera, la dieta consiste en insectos, peces y pequeños caracoles.
Generalmente este pato sale en busca de alimento al atardecer o al amanecer, permaneciendo posado en las ramas de los árboles o en el suelo el resto del día. Es un pato robusto que no requiere cuidados ni atenciones especiales y si se cría en cautiverio se le debe proporcionar alimentos como salvado, puré, harina de pescado, pan húmedo y ocasionalmente hormigas y lombrices.
Reproducción
La temporada de apareamiento comienza a partir de abril. Si bien el colorido plumaje de los patos mandarines machos los ayuda a atraer a una pareja, todavía tienen que trabajar para lograrlo. Como muchas otras especies de aves , los patos mandarines realizan una rutina de cortejo especializada. Los machos sacuden, junto a una exhibición de sacudidas, todo mientras levantan su cabeza y sus plumas naranjas de «vela» para presumir.
A pesar de ser criaturas generalmente tranquilas, también incorporan sonido en su cortejo en forma de silbidos. Después de un apareamiento exitoso, la hembra guiará al macho en la búsqueda de un nido. Generalmente lo construirán en el hueco de un árbol y lo forraran con plumas.
En el nido, la hembra deposita de nueve a doce huevos. Ella tiene la responsabilidad exclusiva de incubar los huevos durante el período de incubación de 28 a 30 días. Las crías son de color oliva en la parte superior y amarillas en la parte inferior.
Después de la eclosión, la hembra se mueve hacia el suelo. Aquí ella llamará y los pollitos saltarán del hueco al suelo. Una vez que aterricen en el suelo, caminarán hasta una zona de alimentación.
Estado de conservación
En el pasado, estos patos estaban ampliamente presentes en Asia, sin embargo, hoy en día su número es dramáticamente bajo, principalmente debido a la destrucción de su hábitat natural. Probablemente, como su carne no es tan buena, se han salvado de la extinción. También son una especie que se reproduce particularmente bien en cautiverio y en la Lista Roja de la UICN están clasificados como de Preocupación Menor (LC).
Datos adicionales
- Debido a que los patos mandarines forman parejas de por vida, se los considera un símbolo de fidelidad marital en Asia. A veces se da un par a una pareja como regalo de bodas.
- La mayoría de las especies que se encuentran en Europa se pueden ver en las regiones central, este y sur de Inglaterra, con un número limitado en el norte de Inglaterra, Escocia y Gales. Prefieren lagos o estanques más pequeños con ramas colgantes y follaje.
- A pesar de ser monógamos, las parejas de patos mandarines no asumen los deberes de crianza por igual. El macho se queda durante el período de incubación de 28 a 33 días de los huevos, pero una vez que salen del cascarón, se va.
- Los nidos suelen construirse hasta diez metros sobre el suelo y pueden alcanzar alturas de quince metros. Cuando los patitos mandarines empluman, la madre los llama desde el suelo y los anima a lanzarse, luego la madre junto a los patitos se dirigen al agua.
- La esperanza de vida del pato mandarín ronda los diez años aunque se han registrado ejemplares en cautividad que alcanzan los quince años.
- El pato mandarín proviene de Asia, pero la destrucción de su hábitat natural ha provocado que estas coloridas aves reduzcan drásticamente su población en el continente asiático. Afortunadamente la especie puede adaptarse a diferentes climas, fuera de su área de distribución nativa. En la actualidad el pato mandarín se puede encontrar en toda Europa y en los Estados Unidos.
