Gallinas Piroca ¿El pollo sin plumas en el cuello?

El mundo avícola está lleno de razas sorprendentes, pero pocas despiertan tanta curiosidad como la gallina Turken, también conocido como «carioca» «piroca» o «Gallina de cuello desnudo». Esta ave, con su cuello desprovisto de plumas, genera una pregunta inevitable: ¿estamos ante un híbrido entre pavo y gallina? La respuesta, como veremos a continuación, es un rotundo no, pero la historia y las características únicas de esta raza nos invitan a un análisis más profundo.

Los registros históricos sobre el origen exacto de los pollos de cuello desnudo son escasos y, en ocasiones, contradictorios. Algunas fuentes sugieren que la raza surgió de forma natural en Europa del Este hace varios siglos, mientras que otras proponen que fue el resultado de cruces selectivos realizados por criadores de la región. Lo que sí se sabe con certeza es que estos pollos ya eran conocidos en Transilvania a principios del siglo XVIII.

Durante siglos, los agricultores y criadores de aves de la región de Transilvania y sus alrededores seleccionaron y criaron estos pollos, apreciando no solo su apariencia única sino también sus cualidades prácticas. Las gallinas Turken demostraron ser aves resistentes, bien adaptadas a climas variados y excelentes productoras tanto de carne como de huevos. Su característica falta de plumas en el cuello, que inicialmente podría parecer una desventaja, resultó ser beneficiosa en climas cálidos, ya que les permitía regular mejor su temperatura corporal.

A medida que la fama de estos pollos se extendía, comenzaron a ser exportados a otras partes de Europa y, eventualmente, al resto del mundo. Su llegada a América del Norte se produjo a finales del siglo XIX o principios del XX, aunque las fechas exactas no están claras. En Estados Unidos, la raza ganó popularidad rápidamente entre los criadores de aves de corral, quienes apreciaban su singularidad y sus cualidades prácticas.

El nombre «Turken» es objeto de cierta controversia y confusión. Algunas fuentes sugieren que el término se originó cuando los primeros ejemplares llegaron a Gran Bretaña, donde se les llamó erróneamente «Turken» pensando que provenían de Turquía. Otros argumentan que el nombre es una combinación de «Turquía» y «pollo» en inglés («turkey» y «chicken»), debido a que su cuello desnudo recuerda al de un pavo. Sin embargo, estas teorías carecen de fundamento histórico sólido y probablemente sean más folklore que hecho.

A lo largo del siglo XX, los pollos de Cuello Desnudo experimentaron altibajos en su popularidad. Durante las dos guerras mundiales, su crianza disminuyó significativamente en Europa, como ocurrió con muchas otras razas de aves de corral. Sin embargo, gracias a los esfuerzos de criadores dedicados y entusiastas de la preservación de razas antiguas, estas aves de Cuello Desnudo lograron sobrevivir y, eventualmente, resurgir.

En las últimas décadas, ha habido un renovado interés en las razas de gallinas patrimoniales y poco comunes, lo que ha beneficiado a las gallinas de Cuello Desnudo. Los criadores modernos aprecian no solo su apariencia única, sino también sus cualidades prácticas. Estas gallinas son conocidas por ser buenas ponedores, produciendo un promedio de 120-180 huevos al año. Además, son excelentes para la producción de carne, con un crecimiento relativamente rápido y una carne sabrosa.

La genética única de los pollos de cuello desnudo también ha atraído el interés de los investigadores. El gen Na responsable de su característica más distintiva ha sido objeto de numerosos estudios científicos. Se ha descubierto que este gen no solo afecta la distribución de las plumas, sino que también puede influir en la resistencia al calor y en la eficiencia de la producción de carne. Estos hallazgos han llevado a algunos criadores comerciales a considerar la incorporación de genes de Cuello Desnudo en sus líneas de producción para mejorar la tolerancia al calor en climas cálidos.

En la actualidad, los pollos de Cuello Desnudo gozan de un estatus de raza reconocida en muchos países. En Estados Unidos, por ejemplo, fueron admitidos en el Estándar de Perfección de la American Poultry Association en 1965. Se crían en una variedad de colores, incluyendo blanco, negro, rojo y azul, entre otros. Aunque no son tan comunes como algunas razas comerciales, tienen una base de seguidores leales entre los criadores de aves de corral y los entusiastas de las razas patrimoniales.

Es importante destacar que, a pesar de su apariencia similar a la de un pavo, los pollos de cuello desnudo son, en realidad, pollos domésticos (Gallus gallus domesticus). Su comportamiento, su dieta y su biología son similares a los de otros pollos, y no tienen ninguna característica biológica que los distinga significativamente de otras razas de gallinas.

Pasemos a abordar las características físicas de los Turken de Cuello Desnudo. A primera vista, su apariencia puede resultar algo extraña para aquellos acostumbrados a las gallinas tradicionales. Presentan un cuerpo robusto, con un cuello largo y completamente desnudo, sin la cubierta de plumas típica de las gallinas. Este cuello rojizo y rugoso, similar al de un pavo, es precisamente lo que causa la confusión de su identidad. Sin embargo, más allá de su llamativa característica, poseen todas las características generales de las gallinas, incluyendo una variedad de colores de plumaje y formas que van desde el negro y blanco hasta el marrón y beige.

Un elemento adicional que distingue a los Turken es su temperamento. Estas aves son conocidas por su naturaleza dócil y fácil manejo, lo que las hace populares tanto entre criadores novatos como experimentados. Su adaptabilidad a diferentes entornos y su resistencia a enfermedades comunes en aves de corral han contribuido a su popularidad a nivel mundial, donde se valora más allá de su singularidad física.

Entonces, ¿por qué hay tanta confusión sobre la identidad de los pollos de cuello desnudo? En parte, se debe a su nombre y su apariencia. El nombre «Turken» sugiere una conexión con los pavos, y su cuello desnudo y su cuerpo más grande pueden llevar a la gente a creer que se trata de un pavo. Además, la falta de información y la confusión en la literatura y en Internet pueden haber contribuido a la confusión.

Sin embargo, también hay razones más profundas detrás de la confusión. En la cultura popular, los pavos y los pollos son a menudo vistos como dos especies muy diferentes, con los pavos siendo considerados como animales más «exóticos» y «salvajes» que los pollos. Esto puede llevar a la gente a creer que cualquier ave que se parezca a un pavo debe ser un pavo, sin considerar la posibilidad de que se trate de una raza de gallina que ha sido seleccionada para tener características similares.

En conclusión, los pollos de cuellos desnudo son, en realidad, pollos domésticos que han sido seleccionados para tener características similares a las de un pavo. Aunque su apariencia y su nombre pueden llevar a la confusión, es importante recordar que la biología y el comportamiento de esta raza son similares a los de otros pollos. La confusión sobre la identidad de los pollos de cuello desnudo es un ejemplo de cómo la falta de información y la cultura popular pueden influir en nuestra percepción de las especies y las razas de animales.

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