8 enfermedades comunes de las gallinas y cómo tratarlas
Probablemente estás aquí porque quieres saber sobre las enfermedades comunes en las gallinas y cómo tratarlas ¡Claro que sí! A todos nos ha pasado en algún momento tener una gallina enferma. Empiezas con tu rebaño feliz y contento, y de repente, te encuentras con un ave muerta, una enferma o una que te deja pensando «¿Qué esta pasando aqui?».
¡Ese es el momento en que la tristeza te invade y piensas que eres un fracaso como criador de gallinas! La realidad es que las gallinas enfermas o heridas pueden sucederle a cualquiera. Por supuesto, hay cosas que puedes hacer para prevenir enfermedades y accidentes. Hoy hablaremos de 8 de las enfermedades y lesiones comunes en las gallinas, y también de cómo tratarlas de manera efectiva. ¡No te rindas! ¡Tus pollos te necesitan y con un poco de conocimiento, puedes mantenerlos sanos y felices! 💪
1. Piojos
Nuestra primera experiencia con piojos en las gallinas comenzó hace más de un año. Desafortunadamente, adquirimos algunas aves infestadas de un conocido, confiando en su buena fe, pero terminamos con aves enfermas. En un inicio cometimos el error de tratarlas químicamente, lo cual casi termina en un viaje al hospital para mí. Tras el primer tratamiento, descubrimos un método mucho más efectivo para continuar el tratamiento, el cual debe extenderse durante un mes completo.
Los piojos y los ácaros se transmiten de ave a ave. Sin embargo, si se deja pasar el tiempo suficiente, pueden convertirse en una epidemia y acabar con la vida de las gallinas al alimentarse de su sangre. Se necesita tiempo para que la situación llegue a este punto, lo que nos permitió saber que las gallinas ya tenían piojos antes de llegar a nuestro cuidado (y aunque ninguna de nuestras otras aves estaba infectada, por precaución, todas tuvieron que ser tratadas).
Esta experiencia nos enseñó una lección valiosa: es fundamental ser extremadamente cuidadosos al adquirir aves de cualquier fuente. Incluso aquellos que parecen confiables pueden no tener el mismo cuidado en el manejo de sus animales. Además, aprendimos que la prevención es fundamental, y que la detección temprana de los parásitos es clave para evitar una infestación grave.
A continuación presentamos métodos naturales para combatir los piojos
Tierra de Diatomeas:
La tierra de diatomeas (DE) es un polvo natural compuesto por restos fosilizados de algas microscópicas. Es un insecticida natural que funciona al deshidratar los piojos. Se puede aplicar como polvo en el plumaje de las gallinas o espolvorearlo en el suelo y nidos del gallinero. Es importante usar DE de grado alimenticio y evitar el contacto con los ojos y la nariz de las gallinas.
Aceite de Neem:
El aceite de neem es un producto natural extraído del árbol de neem, con propiedades insecticidas y antimicóticas. Se pueden mezclar unas gotas de aceite esencial con agua y rociar el plumaje de las gallinas. También se pueden colocar unas gotas en un bebedero en el gallinero.
Vinagre de Manzana:
El vinagre de sidra de manzana es un remedio natural versátil. Se puede utilizar para limpiar el gallinero y como spray para el plumaje de las gallinas. Se puede mezclar vinagre de sidra de manzana con agua en partes iguales y rociar el plumaje de las gallinas. El vinagre ácido puede ayudar a eliminar los piojos y crear un ambiente hostil para su desarrollo.
Baños de polvo
Las gallinas naturalmente se bañan en polvo para deshacerse de los parásitos. Se pueden proporcionar baños de polvo con ceniza de madera, tierra de diatomeas o una mezcla de ambas. Las gallinas disfrutarán de este baño y se desharán de los piojos al mismo tiempo.
2. Ácaros de patas escamosas
Los ácaros de patas escamosas, también conocidos como «sarna de las patas», son un problema común en las aves de corral, especialmente en las gallinas. Su transmisión es similar a la de los piojos y otros ácaros, propagándose con facilidad entre las aves.
Es crucial destacar que, a pesar de la proliferación de información en internet, algunos «tratamientos» populares para la sarna de las patas son extremadamente peligrosos y deben evitarse a toda costa. La aplicación de gasolina o queroseno en las patas de las gallinas, por ejemplo, es una práctica altamente tóxica y puede causar daños irreparables a las aves.
La opción más segura y efectiva para tratar la sarna de las patas en las gallinas es un enfoque combinado que incluye:
Baño con agua tibia y jabón:
Empezar por un baño con agua tibia y jabón es fundamental. El jabón ayudará a eliminar los ácaros y la suciedad de las patas. Se recomienda usar un cepillo de dientes suave para frotar las patas, lo que facilitará la eliminación de las escamas muertas.
Aplicación de aceites naturales:
Después del baño, se debe aplicar un aceite natural como el de coco, neem u oliva en las patas y los pies de las gallinas. Estos aceites ayudarán a sofocar los ácaros y promover el crecimiento de nuevas escamas. La aplicación debe ser abundante y realizarse al menos una o dos veces por semana durante cuatro semanas.
Polvo de tierra de diatomeas (DE) y ceniza de madera:
Ofrecer a las gallinas un baño de polvo de DE y ceniza de madera es un complemento esencial en la lucha contra los ácaros. El DE es un insecticida natural que deshidrata a los ácaros.
Desinfección del gallinero:
La limpieza profunda del gallinero es crucial para eliminar los ácaros de su entorno. Es importante remover la cama vieja, desempolvar con DE (sin las gallinas dentro) y limpiar las perchas.
3. Coccidiosis
Los coccidios, parásitos microscópicos, pueden ser una amenaza grave para la salud digestiva de tus aves. Si bien suelen atacar principalmente a las aves jóvenes, como los polluelos, también pueden afectar a las aves adultas. La coccidiosis, la enfermedad causada por estos parásitos, puede tener consecuencias devastadoras.
Los síntomas de la coccidiosis incluyen diarrea, heces inusuales, presencia de sangre en las heces y, en casos graves, incluso la muerte. La infección se propaga a través de las heces contaminadas, por lo que mantener una buena higiene en el gallinero es fundamental para prevenirla.
Entre las opciones naturales para tratar la coccidiosis destacan:
Vinagre de sidra de manzana
Para usar vinagre de sidra de manzana como cura a base de hierbas para la coccidiosis en pollos, agregue 1-2 cucharadas de vinagre de sidra de manzana crudo y sin filtrar por cada galón de agua potable. Es fundamental utilizar vinagre de sidra de manzana crudo y sin filtrar, ya que este tipo de vinagre incluye «la madre», una sustancia que incorpora microorganismos y enzimas útiles.
Extractos de plantas
Diversas plantas poseen propiedades anticoccidiales, como el ajo, el jengibre, el orégano, la canela, el clavo y la alholva. Estos pueden ser añadidos al alimento o al agua de bebida.
Para utilizar el ajo como tratamiento a base de hierbas para la coccidiosis en gallinas, combine un 1-2% de ajo en polvo con el alimento de las gallinas. Por ejemplo, si las gallinas consumen 100 g de alimento al día, agregue 1-2 g de ajo en polvo al alimento.
Nota , es fundamental utilizar siempre ajo en cantidad moderada, ya que el exceso del mismo puede resultar dañino para las gallinas.
4. Enfermedades respiratorias de las gallinas
Muchos nuevos dueños de gallinas se asustan cuando notan que sus aves están estornudando o respirando con dificultad. Sin embargo, no siempre es la «peor» situación. Las gallinas no contraen «resfriados» como los humanos, pero sus vías respiratorias son extremadamente sensibles. Un poco más de polvo de lo normal en el gallinero puede causar estornudos y resoplidos.
El tratamiento más seguro y efectivo es limpiar el gallinero y colocar una cama menos polvorienta, especialmente durante los meses de verano. Nosotros preferimos colocar una cama de cartón en verano. Asegúrate de ventilar el gallinero antes de poner la nueva cama y de que tenga buena ventilación para que el polvo pueda escapar fácilmente.
Muchas veces, los problemas respiratorios surgen debido al polvo, al exceso de amoníaco en el gallinero o al polen. ¡Esta es una de las enfermedades más comunes en las gallinas! Por lo tanto, asegúrate de saber qué buscar.
5. Infección por Mycoplasma (MG/MS)
La micoplasmosis, una enfermedad bacteriana que afecta a las aves de corral, es un problema que merece atención urgente. No se trata de una simple molestia, sino de una amenaza real que puede diezmar un gallinero completo si no se toman las precauciones necesarias.
Mi propia experiencia con la micoplasmosis (MG) me ha enseñado de primera mano lo grave que puede ser este problema. En nuestros primeros meses criando gallinas, recibimos una nueva ave que, desafortunadamente, portaba la bacteria. A pesar de la cuarentena inmediata, la experiencia fue aterradora.
Es esencial comprender que infección por Mycoplasma MG, al igual que la micoplasmosis sinusitis (MS), es una enfermedad altamente contagiosa. Se propaga fácilmente entre las aves, y incluso puede ser transmitida a través de la ropa y los zapatos. Muchas personas expertas en aves afirman que la infección por Mycoplasma MG y la MS son incurables, pero discrepo con esta afirmación.
Si se utilizan medidas preventivas y se detecta la enfermedad a tiempo, en las primeras etapas de aparición de los síntomas, estoy convencido de que la MG y la MS pueden ser curadas. Al fin y al cabo, se trata de una bacteria.
Los síntomas de la MG/MS son fácilmente reconocibles: jadeo, dificultad para respirar, hinchazón de la cara y los ojos, estornudos, secreción nasal, inflamación de las articulaciones y letargo.
El tratamiento para la micoplasmosis requiere un enfoque agresivo y preventivo:
Oregano: Este potente antibiótico natural debe ser administrado en la comida y el agua de las aves durante todo el tratamiento, hasta que los síntomas hayan desaparecido por completo en todas las aves.
Agregue cúrcuma (refuerzo inmunológico y antiinflamatorio) y ajo (antibacteriano) a su alimento también.
Es crucial aislar las aves infectadas en la medida de lo posible, pero es vital tratar a todas las aves por igual, ya que la micoplasmosis puede manifestarse en aves aparentemente sanas cuando están estresadas o debilitadas.
Es necesario mantener el tratamiento hasta que todos los síntomas hayan desaparecido. Además, es fundamental evitar visitas a otras granjas a menos que se cambie de ropa al llegar, y no vender aves ni huevos fértiles durante al menos cuatro semanas después de la desaparición de los síntomas.
6. Coriza infecciosa
No tengo experiencia directa con la coriza infecciosa, pero he leído lo suficiente y he visto sus efectos devastadores en otros criaderos para saber que es extremadamente perjudicial para cualquier rebaño. Una vez contraída, es muy difícil de eliminar y puede permanecer en el suelo por un tiempo.
La tasa de mortalidad es extremadamente alta y desalentadora, incluso con tratamiento. No puedo ofrecer ningún consejo específico para tratar la coriza infecciosa, pero puedo decir que se puede tratar de la misma manera que se tratan la infección por Mycoplasma. Sin embargo, si se propaga a todo el rebaño de manera virulenta, es posible que deba considerar la eliminación y empezar de nuevo después de un período de espera de 4 semanas.
7. Buche inflamado
El buche inflamado es probablemente uno de los problemas más comunes que enfrentan los criadores de gallinas. Al menos, esa es la impresión que se tiene. Si bien en nuestro criadero nunca hemos tenido este problema, sí hemos conocido a varios amigos que sí lo han experimentado. El buche inflamado ocurre cuando las gallinas ingieren algo demasiado grande para que pase por su buche. También puede ser de origen fúngico, ya que los alimentos pueden empezar a fermentar en el buche y causar más problemas si no se eliminan correctamente.
El tratamiento más seguro y eficaz es la administración de vinagre de manzana (ACV) y aceite de oliva en el buche. El ACV tiene propiedades antifúngicas y, por lo tanto, puede ayudar a reducir la levadura en el buche. Se puede agregar aceite al buche de la gallina y masajearlo, sujetándola boca abajo, para ayudar a expulsar cualquier cosa que pueda estar alojada o compactada.
8. Pododermatitis
La pododermatitis, también conocida como «pata de gallo», es una condición común en las aves de corral que se presenta cuando un ave pisa un objeto punzante, como una espina, o sufre un corte en la pata. La herida se infecta, causando una lesión ulcerosa en la planta del pie o entre los dedos. Esta condición puede afectar la movilidad del ave y, si se deja sin tratar, la infección puede propagarse por todo el cuerpo.
Existen varias opciones para tratar la pododermatitis, siendo las más seguras y efectivas las alternativas naturales. Un método consiste en remover la costra de la planta del pie para eliminar la infección y cualquier objeto alojado en la herida. Otra opción es aplicar una venda empapada en aceites esenciales de árbol de té y orégano. El aceite de árbol de té tiene propiedades antisépticas, mientras que el aceite de orégano es un potente antibacteriano. Se recomienda aplicar la venda diariamente, con una gasa empapada en los aceites esenciales, durante al menos una semana o hasta que los síntomas desaparezcan. La venda proporciona soporte y acolchado, lo que ayuda a la ave a caminar mejor y facilita la curación.
En casos más severos, se pueden utilizar medicamentos químicos, aunque en nuestra experiencia, los métodos preventivos y los tratamientos herbales han sido efectivos.